Beirut.- Las protestas en el mundo islámico, en parte violentas, desencadenadas por las controvertidas caricaturas del profeta Mahoma publicadas en un periódico danés y reproducidas después en otros diarios europeos, han cobrado las primeras víctimas mortales, una en Líbano y tres en Afganistán.
En Beirut se dio a conocer hoy la muerte de uno de los hombres que ayer asaltaron y prendieron fuego al consulado danés. El sujeto sufrió graves heridas en la cabeza al chocar con las fuerzas de seguridad que intentaron en vano proteger el edificio, informó la policía.
Mientras, un manifestante murió hoy durante protestas en la ciudad de Mehtarlam, en el este de Afganistán, según informó el portavoz del Ministerio del Interior afgano, Yusif Stanikzai. Otro manifestante y dos policías resultaron heridos.
Posteriormente, otros dos afganos perdieron la vida en Bagram, al norte de Kabul, donde se habían congregado entre 200 y 300 manifestantes, informó el jefe de seguridad del distrito de Bagram, Mawlana Abdul Rahmen. Otros dos manifestantes resultaron heridos, así como cuatro policías, uno de ellos de gravedad.
La Canciller alemana, Angela Merkel, llamó hoy en Berlín a los manifestantes a renunciar a la violencia. Declaró que puede entender que la gente en los países árabes esté enojada, pero a su parecer esto no justifica la violencia en las manifestaciones.
El ministro germano de Relaciones Exteriores, Frank-Walter Steinmeier, instó a aliviar tensiones. "No podemos permitir que esta disputa se convierta en una lucha de culturas", afirmó en Berlín.
Entretanto, el Presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, y su homólogo turco, Recep Tayyip Erdogan, llamaron conjuntamente a la sensatez.
"Todos saldremos perdiendo si no conseguimos apaciguar de inmediato esta situación, que sólo puede dejar un camino de desconfianza y malentendido entre ambas partes", escriben ambos Jefes de Gobierno en un artículo publicado hoy por el periódico "International Herald Tribune".
Por su parte, el Presidente de Francia, Jacques Chirac, condenó hoy la violencia de musulmanes radicales contra Dinamarca y manifestó su solidaridad con este país escandinavo; mientras el Primer Ministro británico, Tony Blair, garantizó la "total solidaridad y apoyo" de su país.