CIUDAD DEL VATICANO.- El Papa Benedicto XVI expresó hoy su deseo de que el "sacrificio de la vida" del sacerdote Andrea Santoro, asesinado el pasado domingo en Turquía, contribuya a la causa del diálogo entre religiones y a la paz entre los pueblos, al recordar su figura en la tradicional audiencia de los miércoles.
El Papa dijo que Santoro era un "silencioso y valiente servidor del Evangelio" y señaló que espera que "el Señor (...) haga que el sacrificio de su vida contribuya a la causa del diálogo entre las regiones y de la paz entre los pueblos".
Santoro fue asesinado el pasado domingo mientras rezaba en su parroquia de la localidad turca de Trabzon, presuntamente por un adolescente de 16 años, ya arrestado, quien aseguró a la policía que lo había hecho por la publicación de las caricaturas de Mahoma.
Benedicto XVI dijo que hace unos días había recibido "una hermosa carta" escrita por Santoro el pasado 31 de enero, que es "un conmovedor testimonio de amor y de adhesión a Cristo y a su Iglesia".
Durante la catequesis, el Papa comentó el Salmo 144, titulado "Tu reino es un reino eterno", que habla sobre "el amor que el Señor reserva de manera particular al pobre y al débil".
El Pontífice explicó que "la majestuosidad divina no es distante y altanera, como a veces puede suceder en el ejercicio del poder humano, Dios expresa su majestuosidad al inclinarse ante las criaturas más frágiles e indefensas".
En este sentido, agregó que Dios es, "ante todo, un padre que apoya a los que vacilan y que hace levantarse a los que han caído en el polvo y la humillación".
Durante su saludo en español, el Papa dijo a los fieles que Dios "muestra su grandeza ocupándose precisamente de quienes más necesitan su ayuda".
Por eso, indicó, "el creyente, el orante, es siempre como un mendigo ante un Dios cercano y solícito con quienes lo invocan sinceramente".
Benedicto XVI, que saludó en especial al Club Cerro Porteño, de Paraguay, y a los demás participantes en la audiencia llegados de España y Latinoamérica, deseó a los presentes que "la confianza firme y constante en el Señor llene de paz vuestros corazones, vuestros hogares y comunidades".