BEIJING.- Un niño de tres años de la localidad de Dianjiang (suroeste de China) necesita hasta diez cigarrillos diarios después de que se volviera adicto por influencia del abuelo, informó hoy el diario "Chongqing Evening Paper".
Los padres del pequeño tuvieron que emigrar a trabajar a la gran ciudad (Chongqing) y, como otros millones de familias chinas, dejaron al niño al cuidado del abuelo.
El anciano es un fumador empedernido desde hace años, y cuando el niño empezó a mostrar curiosidad por su pipa el año pasado el abuelo se la daba a probar como un juego.
A partir de ese momento el niño requería la pipa o los cigarrillos a diario, y si no lo conseguía se ponía a llorar o se mostraba muy inquieto.
"Es culpa mía", reconoce el arrepentido anciano, que fue consciente de la adicción de su nieto cuando ya era demasiado tarde.
Desenganchar
Una psicóloga del Hospital Infantil de Chongqing, Mei Qixia, ha tenido que intervenir, ya que el abuelo intentó "desenganchar" al niño pero no contaba con los conocimientos necesarios.
"Para acabar con la adicción, lo importante es que los familiares dejen de fumar", señaló Mei como primer consejo.
"Cuando quiera fumar, hay que distraer su atención con juguetes. Si todavía no puede conseguir que el niño se desintoxique, tendrá que ser obligatorio tratamiento con medicamentos", finalizó.
Unos 1,2 millones de chinos mueren cada año por enfermedades producidas por la adicción al tabaco, por lo que China lidera el ránking mundial de muertes por tabaquismo.
En China hay 350 millones de fumadores del total de 1.300 millones que hay en todo el mundo.