BUENOS AIRES.- Las autoridades sanitarias argentinas sacrificaron a 234 animales infectados con fiebre aftosa, aunque señalaron hoy que continuarán con este tipo de acciones para poder controlar el brote.
El SENASA (Servicio Nacional de Sanidad Animal) es el encargado de efectuar los controles, tanto de vacunación como de sacrificio de animales infectados.
El brote de fiebre aftosa en Argentina se comprobó el pasado miércoles en un campo de la provincia de Corrientes (noreste), por lo que se implantó una alerta sanitaria en todo el país.
Como consecuencia de este brote, diez países decidieron suspender la compra de carne vacuna argentina, lo que según los responsables del sector ganadero acarrearía una pérdida de 100 millones de dólares mensuales.
"Entre la noche del viernes y el mediodía del sábado, el servicio de sanidad lleva sacrificados 234 animales, de los cuales 217 pertenecían a la estancia San Juan, donde se localizó el foco, y los otros 17 a un establecimiento vecino", explicó Oscar Otero Torres, presidente de la Fundación Corrientes de Sanidad Animal (Fucosa).
Asimismo, indicó que en estos animales, que se constataron enfermos, se aplicó el "rifle sanitario", que consiste en sacrificarlos y enterrarlos en el lugar, para evitar el riesgo de esparcir el virus en algún traslado.
"Ahora se estudian otros 500 casos en lotes lindantes, que podrían ser sacrificados mediante faena sanitaria", método que se aplica a animales sospechosos de haberse contagiado pero que permite salvar su carne mientras se eliminan los huesos, donde puede alojarse el virus en cierta etapa de la enfermedad.