Saddam Hussein durante la audiencia. |
BAGDAD.– Los disturbios que sucedieron la undécima audiencia del juicio contra el derrocado Mandatario iraquí Saddam Hussein, provocaron que el presidente del tribunal, Rauf Abdul Rahman, decidiera postergarlo para mañana.
Hussein se presentó sorpresivamente en la sala, ya que supuestamente ni él ni sus abogados asistirían a la audiencia, y comenzó a gritar: "Abajo los traidores, abajo (el Presidente George W.) Bush. Viva la Umma (nación musulmana)".
El jefe del colegio de abogados del ex Presidente iraquí, Jalil Dulaimi, había declarado anteriormente que "ni la ley iraquí ni ninguna otra ley puede obligar a los acusados y a sus abogados a asistir a la audiencia"
Los imputados que acompañaron a Hussein dijeron haber sido llevados a la audiencia por la fuerza y uno del grupo gritó "estamos aquí en contra de nuestra voluntad".
El hermanastro de Hussein, Barzan Al Tikriti, se presentó en camiseta y pantalones, sin la habitual kefiah en la cabeza, gritando que sufre cáncer y quiere morir en familia.
Cuando el juez le quitó la palabra a Hussein y a su hermanastro, Barzan se sentó en el suelo dando la espalda a la corte.
Insultos en el tribunal
La situación fue entonces caótica, aunque las actitudes espectaculares de los principales imputados no redujeron el rigor del jefe de la corte, que no admite discursos políticos en el recinto del juicio.
"No eres nada. Avergüénzate", gritó Hussein al presidente, y agregó que "esto no es un tribunal, es un juego".
El ex Presidente reiteró luego su cuestionamiento a la legitimidad del tribunal, al que en audiencias anteriores acusó de haber sido querido por Estados Unidos. Barzan, a su vez, lo calificó de "bastardo y por lo tanto hijo de una prostituta".
El ex Mandatario y otros siete jerarcas de su régimen están acusados por la matanza de 148 chiítas luego de un ataque al séquito presidencial en 1982 en Dujail, al norte de Bagdad.