LA PAZ.- El Presidente de Bolivia, Evo Morales, pidió hoy a su par de Estados Unidos, George W. Bush, que expulse de su país al ex Mandatario Gonzalo Sánchez de Lozada, para quien pidió un juicio por el llamado "febrero negro", cuando militares y policías se enfrentaron en 2003 dejando una treintena de muertos.
"Qué mejor (que) el Gobierno de Estados Unidos expulsara, retirara cualquier asilo a estos personajes que dejaron mucho que desear en Bolivia, en Latinoamérica, en el mundo, llevándonos a una confrontación", aseguró Morales.
"Si somos gobiernos democráticos no tenemos por qué encubrir, ni proteger a delincuentes y un llamado, un pedido, al colega Bush y a su Gobierno a hacer justicia, hagamos justicia juntos por el pueblo", añadió, en una conferencia de prensa.
Pidió a "la comunidad internacional, al Gobierno de Estados Unidos", ver "el pedido clamoroso del pueblo, de las familias víctimas de esas masacres, de esos enfrentamientos".
El Mandatario invitó al Tribunal Constitucional a pronunciarse sobre el amparo que presentó su Gobierno, con miras a iniciar un juicio de responsabilidades por estos hechos contra Sánchez de Lozada, quien renunció en octubre de 2003 y se residenció en Estados Unidos, tras una revuelta popular que dejó al menos 60 muertos.
"A nombre del Gobierno nacional, a nombre de los familiares no solamente de los muertos civiles, sino también de los militares y la Policía nacional, quiero pedir con mucho respeto, reconociendo una institución como es el Tribunal Constitucional, acelerar el fallo correspondiente", apuntó.
Por su parte, el ex gobernante se encuentra en Estados Unidos con sus ex ministros de Defensa, Carlos Sánchez Berzaínk e Hidrocarburos, Jorge Berindoague.
Morales señaló que esperan esta decisión "para reabrir este juicio de responsabilidades a Gonzalo Sánchez de Lozada y sus ministros de la Presidencia, Defensa y de Gobierno por entonces".
Determinación del Congreso boliviano
La administración de Morales busca revertir una determinación aprobada por el Congreso, que dio vía libre a un juicio contra Sánchez de Lozada por los sucesos de octubre de 2003 -o la llamada "guerra del gas"-, pero no por lo ocurrido en febrero.
"El juicio de responsabilidades tiene que ir no solamente de octubre de 2003 sino de febrero de 2003. Este juicio (...) es de vital importancia para el pueblo boliviano, para la institucionalidad democrática de nuestra nación (...) Es para acabar a quienes usaban malamente a las Fuerzas Armadas", dijo.
"Queremos que Gonzalo Sánchez de Lozada y sus colaboradores vayan a la cárcel para que nunca más los gobiernos democráticos usen mal a las Fuerzas Armadas ni a la Policía Nacional", afirmó.