WASHINGTON.- El Gobierno de Estados Unidos desestimó el cierre de la prisión de Guantánamo, tal como lo solicitaron la Organización de Naciones Unidas (ONU) y el Parlamento Europeo, con el argumento de que quienes se encuentran en el recinto son "peligrosos terroristas".
Un informe de la ONU hecho público en esta jornada y cuyo contenido ya se había filtrado en los últimos días insta a Estados Unidos a cerrar la prisión en esa base naval estadounidense en Cuba y a juzgar a los detenidos que allí se encuentran o ponerlos en libertad.
A esas exigencias se sumó el Parlamento Europeo con una resolución para el cierre del centro de detención, donde el país norteamericano retiene a centenares de sospechosos de terrorismo.
Sin embargo, la Casa Blanca descartó las recomendaciones del informe de la ONU y rechazó que vaya a plantearse el cierre de ese recinto.
El portavoz de la Casa Blanca, Scott McClellan, afirmó que "de quienes estamos hablando que están allí son peligrosos terroristas. Creo que ya hemos hablado antes de este asunto, y nuestro punto de vista no ha cambiado".
McClellan opinó que el informe elaborado por cinco expertos de la ONU representa sólo un refundido de denuncias anteriores planteadas por los abogados de algunos de los presos.
El personero estadounidense aseguró que los militares a cargo de los prisioneros les tratan de manera humana.
"La ONU debería estar desarrollando investigaciones serias por el mundo, y hay muchos casos en que lo hace, en lo que se trata de derechos humanos. Este no fue uno de ellos", sostuvo McClellan.
El contenido del polémico informe
En un informe de 54 páginas, los cinco relatores pasan revista a una serie de nociones legales aplicables a los detenidos en esa base naval estadounidense, así como a los derechos que les son negados, al tiempo que cuestionan las técnicas utilizadas en los interrogatorios y las condiciones de detención.
Entre los actos que "equivalen a la tortura" en Guantánamo, el informe enumera el uso de perros, impedir dormir durante varios días seguidos a los presos o su aislamiento prolongado, todo ellos tratos que causan un sufrimiento extremo, según los relatores.
Estados Unidos retiene en Guantánamo desde la apertura de este campo de detención, en 2001, a cerca de 500 hombres, a los que califica como "combatientes enemigos", un término que aplica a quienes se enfrentan a sus tropas sin pertenecer a un ejército regular y que, según su interpretación, les excluye de los derechos que la Convención de Ginebra concede a los prisioneros de guerra.