PARIS.- La Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH) pidió al presidente de Chile, Ricardo Lagos, que "supere los vestigios de la dictadura" con la liberación de los prisioneros por delitos políticos que todavía cumplen pena.
En una carta cuyo texto ha sido difundido hoy, la FIDH plantea a Lagos, antes de que deje su cargo y lo traspase a Michelle Bachelet, que anule los juicios a esos acusados de delitos políticos "que se desarrollaron sin un debido proceso por tribunales no independientes y que se indemnice a los afectados".
La organización defensora de los derechos humanos pone como ejemplo el caso de Marco Antonio Paulsen Figueroa, detenido en 1989 bajo la acusación de formar un grupo combatiente de la que en principio fue absuelto y más tarde condenado a dieciséis años de cárcel.
Tras pasar cuatro años en prisión su condena fue conmutada por la de alejamiento del país por los doce años restantes, aunque cuando regresó en diciembre pasado a Chile fue detenido con el argumento de que le quedaban tres meses de cumplimiento, por lo que ahora está a la espera de una vista judicial para saber si vuelve a ser expulsado del país o condenado de nuevo.
El texto de la FIDH pone énfasis en señalar la preocupación porque "quince años después de la dictadura se continúe persiguiendo a los prisioneros políticos de aquella oscura época, que se sigan aplicando las penas impuestas y que se siga juzgando según las leyes de la dictadura".
