CARACAS.- Venezuela esperaba este sábado en calma la reacción de Estados Unidos a la advertencia lanzada el viernes por el Presidente venezolano, Hugo Chávez, de cortar los suministros de petróleo a ese país.
"El Gobierno de Estados Unidos debe saber que si se pasan de la raya no van a tener petróleo venezolano. Ya comencé a tomar medidas al respecto pero no voy a decir cuáles", dijo Chávez en un acto con jubilados en el palacio presidencial de Miraflores.
La advertencia del Gobernante venezolano se produjo apenas 48 horas después de que Caracas y Washington abogaran por normalizar sus deterioradas relaciones.
El detonante de la reacción de Chávez fueron unas declaraciones de la secretaria de Estado de EE.UU., Condoleezza Rice, quien admitió públicamente no sólo la injerencia de Washington en asuntos internos venezolanos sino su liderazgo en la conformación de un frente internacional contra Caracas.
Chávez señaló que las declaraciones de Rice son una "confesión" del "plan" que encabeza Washington para desestabilizar el país y, en última instancia, tratar de impedir las elecciones presidenciales de diciembre de 2006 en las que el Mandatario es claro favorito para ser reelegido.
Creación de un frente antiimperialista
También planteó formar un frente antiimperialista de países que quieran defender la libertad, la dignidad y la soberanía.
No está claro cómo reaccionarán los mercados energéticos el lunes ante la advertencia de Chávez, tras una semana en la que el precio del barril registró una tendencia a la baja como consecuencia de la abundancia de inventarios.
"Ellos creen que no puedo tomar la medida porque dicen que no tendríamos donde colocar el petróleo, pero están equivocados, porque muchos países nos están pidiendo más", manifestó.
Venezuela, único miembro americano de la OPEP y quinto exportador mundial de petróleo, es el cuarto proveedor de crudo a EE.UU., a donde envía 1,5 millones de barriles diarios y donde cuenta con nueve refinerías y 15.000 estaciones de servicio a través de su filial Citgo.