VIENA.- Serbios y kosovares albaneses entablaron este lunes en Viena sus primeras conversaciones directas sobre el futuro estatuto de la provincia de Kosovo, actualmente administrada por la ONU y a la que Belgrado le niega la independencia que, en cambio, reivindica la mayoría albanesa.
Las discusiones, que deben durar un día y medio, se centran oficialmente en la "descentralización" de la provincia, si bien la independencia, que reclama el 90% de la población de Kosovo -de etnia albanesa- figura como telón de fondo.
Está previsto que las negociaciones sobre el futuro estatuto de Kosovo -el último gran tema no resuelto en los Balcanes europeos desde la fragmentación de la ex Yugoslavia y las guerras de los años 90- se extiendan, al menos, hasta finales de 2006.
La reunión de Viena tendría que haber empezado el 25 de enero pero fue aplazada debido a la muerte del Presidente de Kosovo, Ibrahim Rugova.
Las discusiones se llevan a cabo bajo la dirección de Albert Rohan, un alto diplomático austríaco, principal colaborador del enviado especial de la ONU para Kosovo, el ex presidente finlandés Martti Ahtisaari.
"Esperamos que las conversaciones sobre el estatuto terminen pronto y venimos bien preparados", declaró el jefe de la delegación albanesa, Lutfi Haziri, al precisar que "la independencia llegará".
Por su parte, el jefe de la delegación de Belgrado, Slobodan Samardzic, afirmó no esperar resultados rápidos al tiempo que subrayó que su "objetivo es la autonomía de los serbios de Kosovo".
En la mesa de negociaciones están presentes también representantes de la ONU, Estados Unidos y la Unión Europe. El encuentro se lleva a cabo a puertas cerradas.
Ahtisaari señaló recientemente su intención de "empezar desde abajo" en las discusiones sobre Kosovo, es decir, regular las cuestiones locales para favorecer la cohabitación entre la mayoría albanesa y la minoría serbia antes de intentar un acuerdo sobre el estatuto final de la provincia.
Así se explica por qué la reunión de Viena empieza con la descentralización para reformar la administración local y asegurar la seguridad y libertad de movimiento de los 80.000 serbios de Kosovo.
Estos últimos viven aislados en enclaves protegidos por las fuerzas de la ONU que aseguran la paz desde el final del conflicto de 1998-1999 entre la guerrilla albanesa y las fuerzas del ex Presidente yugoslavo, Slobodan Milosevic.
A raíz del conflicto, unos 200.000 serbios abandonaron Kosovo ante el temor de represalias por parte de la mayoría albanesa.
La reunión del lunes debe conducir a una transferencia de competencias en materia de sanidad, educación, ayuda social y cultura antes de pasar a temas más políticos como la justicia, la policía y la administración, explicaron sus organizadores.
Tras la represión de los albaneses por las fuerzas serbias, los bombardeos de la OTAN sobre Yugoslavia en la primavera de 1999 y la evacuación serbia, Kosovo fue puesta bajo administración de las Naciones Unidas.