LOS ANGELES.- La ejecución del hispano Michael Morales, que estaba prevista para las 8:00 horas GMT de hoy, quedó aplazada después de que los dos anestesistas designados para participar en el proceso se negaron a hacerlo alegando razones de ética médica, según informó el diario "Los Angeles Times".
De llevarse a cabo la ejecución, Morales, de 46 años y condenado por la violación y asesinato en 1981 de una joven de 17 años, Terri Winchell, se convertiría en el primer hispano y el decimocuarto reo en ser ejecutado desde la restauración de la pena de muerte en California en 1978.
El director del penal de San Quintín (en la bahía de San Francisco), Steven Ornoski, dio la orden de suspender la ejecución hacia las 2:00 horas local (10:00 GMT), después de que los anestesistas se negaran a participar en el procedimiento.
Los médicos rechazaron el dictamen de un juez de un tribunal federal, que preveía la posible intervención de los anestesistas para evitar el dolor al reo en el caso de que el proceso de ejecución no fuese efectivo y Morales recuperara la conciencia durante el mismo.
El proceso preveía la administración a Morales de sodio pentotal para dejarle inconsciente antes de la inyección letal. Esta hubiera sido la primera vez que se utilizaba este método.
Según el mencionado periódico, los médicos comunicaron al director del presidio que "semejante intervención no sería ética desde el punto de vista médico y por tanto nos hemos retirado del procedimiento. Lo que se nos pide es inadmisible en términos éticos".
La ejecución ya había sido postergada dos veces en las horas anteriores.
Poco antes de la hora prevista -justo pasada la medianoche del lunes, hora local- las autoridades del penal anunciaron que retrasarían al menos 60 minutos la ejecución para asegurarse de que se cumplirían los requerimientos del juez federal.
La orden del juez supone que al menos un anestesista debe estar presente en la cámara de ejecuciones para comprobar que el reo está inconsciente antes de que haga efecto la mezcla mortal encargada de detener su corazón.
A continuación, las autoridades penitenciarias anunciaron que retrasarían todavía más la ejecución ante la presión de los abogados de Morales, quienes pidieron al juez del distrito de San José que parase la ejecución presentando un recurso a última hora, que fue rechazada.
La orden de ejecución tiene una vigencia de sólo 24 horas, por tanto, si no se soluciona el problema de los anestesistas en este plazo habrá que solicitar una nueva orden, proceso que podría tardar hasta dos meses.
El gobernador de California, Arnold Schwarzenegger, confirmó el lunes por la noche su decisión de negar clemencia al condenado.
El preso fue sentenciado a la pena capital en 1983.