CIUDAD DEL VATICANO.- El Papa Benedicto XVI condenó el domingo la violencia religiosa en Irak y Nigeria y dijo que Dios castigará a todos los que maten en su nombre.
Los enfrentamientos entre musulmanes y cristianos ocurridos en Nigeria en la última semana han provocado la muerte de más de 150 personas.
En Irak, más de 200 personas han muerto en apenas cuatro días debido a la escalada de violencia entre sunitas y chiítas.
"Los frutos de la fe en Dios no son el antagonismo devastador, sino un espíritu de fraternidad y cooperación por el bien de todos", dijo el Papa a una multitud congregada en la Plaza de San Pedro.
El Papa agregó que la ola de violencia en Irak, incluyendo el ataque a mezquitas, era trágica y precisó que "estas acciones siembran dolor, alimentan el odio e impiden seriamente las actuales arduas tareas de reconstrucción del país".
