BOGOTÁ.- Unas nueve personas murieron y 15 quedaron heridas en un ataque de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) a un autobús de transporte público en el departamento colombiano de Caquetá (sur), donde la guerrilla decretó un paro armado que las autoridades intentan contrarrestar con dispositivos de acompañamiento policial en las carreteras.
El comandante de la Policía departamental, coronel José Mendoza, informó que la embestida de los rebeldes ocurrió entre las localidades de Puerto Rico y Doncella, cuando uno de los vehículos que viajaban en caravana se distanció.
"Las primeras informaciones dan cuenta de nueve personas muertas y 15 heridas, todas ellas de la población civil. Atacar a la población civil, como lo hicieron hoy, no tiene presentación", lamentó el uniformado a la emisora de radio RCN.
Mendoza atribuyó del atentado a la columna "Teófilo Forero" de las FARC.
Por su parte, una de las pasajeras que sobrevivió al asalto relató que, en cuestión de segundos, guerrilleros aparecieron a los costados de la carretera disparando al bus intermunicipal, y que posteriormente uno de ellos lo incineró sin prever que dentro había personas heridas y fallecidas.
El ministro de Interior, Sabas Pretelt, manifestó que el gobierno de Álvaro Uribe espera una reacción internacional en contra del grupo armado y señaló como "indignante" la arremetida.
"Da dolor que en Colombia haya grupos que se dicen guerrilleros y son bandas de terroristas, asesinos y desalmados. ¿Cómo es posible que a una camioneta de pasajeros la ataquen con sevicia y los masacren simplemente para demostrar que tienen capacidad de aterrorizar al pueblo colombiano?", se preguntó el funcionario.
Las FARC advirtieron a los pobladores del sur del país, que atacarían a quienes no atendieran su decreto de paro armado en oposición al plan de erradicación de cultivos ilícitos del gobierno en el parque natural de La Macarena.
La guerrilla puso en marcha una fuerte ofensiva contra la política de seguridad y la reelección de Uribe, quien aspira a renovar su mandato en mayo próximo, lo que mantiene a Colombia en una grave situación de inseguridad pública y de desplazamientos masivos.