LA PAZ.- La Fuerza Aérea de Bolivia (FAB) descartó que un sabotaje haya obligado a practicar un aterrizaje de emergencia al helicóptero en que el presidente Evo Morales y el vicepresidente Alvaro García Linera sobrevolaban la zona cocalera del Chapare.
El portavoz de esa arma, coronel Johny Vera, dijo a Radio Erbol el miércoles que "no hubo ningún sabotaje, ni falla mecánica", sino que se trató de un "aterrizaje de mantenimiento" el lunes, cuando el comandante de la aeronave advirtió que el combustible tenía impurezas.
El mandatario se manifestó en el mismo sentido en una rueda de prensa que ofreció también el miércoles en el palacio presidencial para tratar ese y otros temas coyunturales.
Morales insistió que no se llevó ningún "susto" en contraste con lo que informó un funcionario de la Prefectura (Gobernación) de Cochabamba que acudió al lugar en que aterrizó el helicóptero para brindarle colaboración al presidente y trasladarlo a un aeropuerto desde donde siguió viaje al Chapare.
"Para prevenir, aterrizamos. El combustible estaba muy sucio y por eso ha habido alguna situación de alarma", indicó.
"Lamento mucho alguna tergiversación", dijo al atribuir la versión a la prensa.
Recordó que un medio local indicó la semana pasada que algunas fuentes supuestamente del gobierno le habrían informado que, a causa de su intenso ritmo de trabajo, el mandatario había sufrido algunos desmayos. Pero el presidente lo negó.
"Ahora dicen que me hacen asustar, no hubo ningún susto", enfatizó.
Dijo también que pedirá a las fuerzas armadas que vean la posibilidad de comprar un par de helicópteros más, puesto que en el que viajaba el lunes, un Lama francés preparado para operar en la altura de Bolivia, es el único con el que la FAB contaba en el momento.
Esta sería la razón por la que Morales y García Linera decidieron viajar en el mismo medio de transporte, algo que preocupó a algunos comentaristas en los medios y al propio vocero de la FAB.
Morales y García Linera viajaban el lunes desde el altiplano al Chapare, el principal reducto político del mandatario, pero la aeronave tuvo que aterrizar en la población de Santibáñez, 10 kilómetros antes de llegar a la ciudad de Cochabamba, y a unos 180 kilómetros antes de su destino.
El funcionario de la Prefectura de Cochabamba que atendió a los gobernantes dijo a la prensa que los vio "muy asustados". "Ha sido una situación fregada (difícil). Gracias a Dios no pasó nada", dijo Yuri Muñoz, jefe del área de transporte de la Prefectura.
En Cochabamba, el mandatario abordó un jet ejecutivo para seguir viaje al Chapare, mientras que García Linera optó por continuar viaje en automóvil.