MOSCÚ.- El último jefe del KGB de la URSS, Vladímir Kriuchkov, negó hoy que el fallido atentado de 1981 contra el Papa Juan Pablo II fuera ordenado por la dirección soviética, como sostiene un informe de una comisión del Parlamento de Italia.
"Estas informaciones son una falacia, más aún, una provocación, un absurdo y un sinsentido", dijo Kriuchkov al comentar las filtraciones a la prensa del informe de la comisión, cuya versión completa se hará pública a finales de marzo.
"Cualquier afirmación sobre la implicación de los servicios secretos soviéticos, incluido el espionaje exterior, en el atentado contra el Papa romano es un absurdo que no tiene nada que ver con la realidad", aseguró.
"Son invenciones difundidas por aquellos que no están interesados en el fomento de las relaciones entre Rusia e Italia", agregó.
Kriuchkov, de 80 años, fue jefe del Primer Departamento Central del KGB, encargado del espionaje, entre 1974 y 1988, año que asumió la jefatura del Comité de Seguridad del Estado de la URSS.
El Papa fue herido de gravedad el 13 de mayo de 1981 en la plaza de San Pedro de Roma por el terrorista turco Mehmet Ali Agca, el cual fue detenido y condenado a cadena perpetua.
Los motivos del atentado se desconocen hasta hoy día.