BAGDAD.- Hombres armados, vestidos con el uniforme de los soldados del Ministerio del Interior, dominado por los chiítas, tomaron una empresa de seguridad iraquí que dependía de ex soldados sunitas durante el régimen de Saddam Hussein y se llevaron a 50 rehenes.
El ministerio negó toda participación en lo que calificó como "un acto terrorista".
La policía y el ejército norteamericano, mientras tanto, informaron sobre el descubrimiento de 24 hombres que fueron estrangulados o muertos con disparos en la cabeza, la mayor parte de ellos en un vehículo abandonado en un violento barrio sunita e la capital.
Asimismo, se informó sobre la muerte de otras 15 personas en el resto de Irak, entre ellas un soldado y dos infantes de marina norteamericanos.
La minoría sunita, que dominó el país durante el régimen de Saddam se ha quejado de que se encuentra bajo ataque de escuadrones de la muerte asociados con el Ministerio del Interior, el cual está a cargo de la policía de Irak.
Además, durante las últimas dos semanas, desde el ataque contra una mezquita chiíta en Samarra, la violencia ha cobrado todos sectarios. Casi 600 personas han sido asesinadas desde el 22 de febrero.
Muchos de los muertos han sido sunitas, asesinados a quemarropa luego de al parecer haber sido capturados por numerosos atacantes. La naturaleza de estos homicidios señalan que son obra de un grupo bien armado y organizado.
También han ocurrido ataques reiterados contra las fuerzas de seguridad, dominadas por los chiítas. El ministro del Interior, Bayan Jabr, y uno de sus subalternos, al parecer fueron blanco el miércoles de intentos de asesinato.
Una bomba escondida bajo un automóvil estalló al paso de policías de la fuerza de protección de Jabr en Bagdad, matando a dos de ellos y causándole lesiones a un tercero, al igual que a cuatro personas que estaban en la zona.
Asimismo, hombres armados atacaron el convoy del subsecretario del Ministerio del Interior, Hekmet Moussa, en el occidente de Bagdad, causándole la muerte a dos de sus guardaespaldas y lesiones a otros dos, dijo la policía.
Ninguno de los dos funcionarios viajaba con sus convoyes.