BELGRADO.- La viuda del ex Presidente serbio y yugoslavo Slobodan Milosevic afirmó que desea enterrar a su esposo en Serbia, pero teme ser arrestada por la orden de captura que las autoridades nacionales emitieron contra ella hace tres años, según publica hoy el diario "Vecernje Novosti".
"Aún no decidí dónde será enterrado mi esposo", dijo Mirjana Markovic en una entrevista al diario y agregó que desea que Milosevic sea sepultado en Pozarevac, su ciudad natal, a unos 70 kilómetros al sureste de Belgrado.
"Por desgracia, yo sigo siendo rehén de la orden de arresto (emitida a través) de la Interpol", agregó Markovic, quien en febrero del 2003 abandonó el país ante el inicio de un proceso en su contra por presunta malversación de fondos estatales.
Al no comparecer en ese juicio, fue emitida una orden de captura contra Markovic, que presumiblemente se estableció en Rusia.
La viuda de Milosevic dijo al diario serbio que debido a esa orden de captura no pudo visitar a su esposo en los últimos tres años y tampoco puede recoger ahora su cuerpo.
Muerto en la cárcel
Milosevic fue encontrado muerto en la mañana del sábado en su celda en la cárcel del Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY, con sede en La Haya), que le juzgaba desde febrero del 2002 por su responsabilidad en los crímenes cometidos durante las guerras de Croacia, Bosnia y Kosovo.
Según los resultados preliminares de la autopsia, el ex Presidente serbio y yugoslavo, que tenía 64 años, murió de un infarto.
Mirjana Markovic dijo al "Vecernje Novosti" que la decisión sobre el lugar del entierro de su esposo depende de si es retirada la orden de captura contra ella.
Los seguidores socialistas y ultranacionalistas del fallecido presidente exigieron a las autoridades nacionales que faciliten que Milosevic sea sepultado con honores de Estado en la Alameda de los Grandes, en Belgrado, y que absuelvan a Markovic para que pueda asistir al sepelio.
Sin honores
El Presidente de Serbia, Boris Tadic, anunció anoche que no tiene intención de absolver a Markovic, al tiempo que se manifestó en contra de que Milosevic sea enterrado con honores de Estado.
Un entierro de ese tipo "sería absolutamente inadecuado al papel que tuvo en la reciente historia de Serbia", argumentó el presidente en un comunicado.
Añadió que sería también contrario a la orientación política que los ciudadanos de Serbia "expresaron indudablemente" el 5 de octubre del 2000, fecha de las multitudinarias protestas populares que llevaron a la caída del régimen autoritario de Milosevic.
Las autoridades reformistas serbias extraditaron en junio del 2001 a Milosevic al TPIY, donde comenzó el proceso en su contra en febrero del 2002 y que estaba previsto que concluyera en dos meses.
"El Tribunal de La Haya (TPIY) mató a mi esposo", reiteró Markovic en la entrevista.
"Quedaban sólo 37 horas de juicio, ellos no tenían fundamentos para condenarlo y no podían ponerlo en libertad porque ese tribunal lo crearon sólo por él", afirmó.