BRASILIA.— Las tropas brasileñas, que hacen parte de un contingente multinacional de las Naciones Unidas, permanecerán en Haití hasta que el gobierno de ese país así lo decida, afirmó el Presidente Luiz Inacio "Lula" da Silva en su programa radial de los lunes.
"Estamos subordinados a la orientación de la ONU, estamos subordinados a la voluntad soberana del pueblo de Haití, del gobierno de Haití", dijo Lula.
"Cuando ellos digan: 'no queremos más', nosotros con la conciencia tranquila, retornaremos a Brasil con la conciencia del deber cumplido", añadió el mandatario en su tradicional programa Café con el Presidente, transmitido los lunes por la agencia oficial Agencia Brasil.
Lula dijo que tuvo con el presidente electo haitiano, René Preval, una conversación de más de cuatro horas el sábado, durante el trayecto de vuelo que hicieron juntos desde Brasilia hasta Chile, para asistir en aquel país a la juramentación de la nueva mandataria, Michelle Bachelet.
En esa conversación, Preval "me dijo textualmente que las tropas que están allá (en Haití), representando a las Naciones Unidas, sólo deberían salir cuando él consiga montar la estructura policial del país, porque no puede haber un vacío", aseguró el mandatario brasileño.
La Minustah, o la Misión de Naciones Unidas de Estabilización en Haití, creada por resolución del Consejo de Seguridad en abril del 2004, está desde aquel año bajo el comando de oficiales brasileños, que también integran el contingente multinacional de 7.500 militares y 1.700 policías.
Más de 1.100 de esos militares son brasileños.
Preval afirmó el viernes en Brasilia, durante una visita de un día, que pediría a la ONU la permanencia de esas tropas en su país, pero "reformulando" el mandato que tiene del Consejo de Seguridad.
Aunque Preval no dio detalles de esa reformulación, en el pasado ya ha dicho que el contingente debe contar con menos militares y más policías, que ayuden al fortalecimiento de los cuerpos de agentes haitianos, así como el sistema judicial.