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Tony Blair se enfrenta a rebelión laborista por polémica ley de Educación

La norma, que el gobernante británico ha presentado como uno de los ejes de su tercer mandato, ha provocado un intenso debate debido a que abrirá las puertas de las escuelas públicas a la gestión privada.

14 de Marzo de 2006 | 15:20 | AFP
LONDRES.- El Primer Ministro británico, Tony Blair, hará frente a una rebelión dentro de las filas de su partido laborista durante la votación, este miércoles en el Parlamento, de su polémica ley de Educación, que abrirá las puertas de las escuelas públicas a la gestión privada.

La norma -que Blair ha presentado como uno de los ejes de su tercer mandato, junto a su paquete antiterrorista y sus reformas del sistema de salud- ha provocado un intenso debate dentro del laborismo, que considera la educación como uno de los temas más sensibles para su electorado.

En cambio, el líder laborista cuenta con el apoyo del partido conservador (tory), que ha anunciado que votará en favor de una ley que le gustaría incluso endurecer.

Sin embargo, al Primer Ministro no le conviene que la adopción de una ley que presenta como uno de los pilares de su proyecto de gobierno se deba a los votos de los tories.

Blair cuenta con una mayoría de 69 escaños en la Cámara de los Comunes, pero decenas de diputados de su partido han indicado que van a rebelarse y votarán en contra del proyecto al considerar que acentuará las diferencias en el sistema educativo, generando escuelas y alumnos de primera y de segunda clase.

Precisamente por esto, Blair ha lanzado múltiples llamados a los laboristas, pidiéndoles que no le obliguen a depender del grupo conservador.

Mientras, su ministra de Educación, Ruth Kelly, blanco de las presiones de los laboristas, ha suavizado algunos de los puntos más conflictivos de ese proyecto.

Los opositores a ese proyecto educativo -que fomenta la competencia entre las escuelas, además de la búsqueda de socios privados que patrocinen los establecimientos educativos- opinan que generará un sistema educativo clasista.

El gobierno justifica su propuesta recordando que el 40% del alumnado británico no alcanza los resultados mínimos.

Según el proyecto de Blair, millonarios como Sir Peter Vardy, un cristiano ultraconservador que hizo fortuna en el sector del automóvil, pueden patrocinar escuelas, y también lo pueden hacer las grandes empresas y las iglesias.

Vardy apadrina ya dos Academias, donde impone la enseñanza del creacionismo.

Asimismo, grandes entidades bancaria, como UBS, se han implicado ya en algunos establecimientos de educación secundaria, así como las empresas Toshiba, Honda o Vodafone, el gigante británico de la telefonía.

En vísperas del voto en la Cámara de los Comunes, y mientras Kelly asegura que el laborismo va a superar las divisiones, algunas estimaciones de analistas políticos calculan que 60 laboristas votarán en contra de esa ley, y que unos 15 se abstendrán.

Los analistas subrayan también que si un proyecto considerado "crucial" por Tony Blair es adoptado gracias al voto conservador, ello socavará el liderazgo del dirigente.
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