SAN SALVADOR.— Por primera vez en la historia de El Salvador, un ex traficante de migrantes ilegales se convirtió en alcalde.
Narciso "Chico" Ramírez también rompió el récord en asistencia de votantes para la alcaldía del pequeño municipio de San Francisco Menéndez, fronterizo con Guatemala.
"El pueblo entero sigue celebrando, de verdad en la historia se había visto una afluencia de votantes en el municipio como lo hemos logrado nosotros", dijo Ramírez, quien fue postulado por el Partido Demócrata Cristiano (PDC).
El nuevo alcalde, que participó en las elecciones municipales del domingo con el peso de haber cumplido cárcel por el delito de traficante de personas, vislumbra que su incursión en la política lo puede llevar muy lejos.
"Aquí iniciamos una carrera que vamos a tratar de mantenerla para beneficiar a las personas (...) y si la gente aspira a ponerme en otro lugar, continuaremos", manifestó.
El más querido del pueblo
Según Ramírez, de 44 años y origen campesino, llegó la hora de darle un giro a la política del país y buscar nuevos liderazgos, por lo que aprovechó de explicar que la clave de su victoria es que siempre ha tratado de ayudar a las personas y reconoció que "la ventaja más grande que tuvimos fue que el alcalde (Remigio Morales) ya no estaba trabajando para la municipalidad".
Ramírez superó por más de 3.000 votos a Morales, quien ha gobernado ese municipio por nueve años, representando a la gobernante Alianza Republicana Nacionalista (Arena).
Su popularidad es tanta que diferentes partidos se le acercaron para ofrecerle la candidatura, pero se decidió por el PDC después de hacer un sondeo.
A Ramírez la gente lo conoce como el coyote que ayudó a cientos de campesinos de la zona que ahora viven en Estados Unidos, convirtiendo a la zona en uno de los lugares más prósperos por las remesas de dinero que envían.
Vivió su niñez cargando bultos en un mercado, emigró a Estados Unidos a los 22 años y al regresar al país se convirtió en un influyente empresario y ganadero, aunque es más conocido como traficante de ilegales.
Sus vínculos con el tráfico de ilegales lo llevaron a la cárcel el 27 de febrero de 2002, y durante 14 meses estuvo preso en un centro penitenciario de la capital. Pasó otros 12 meses en arresto domiciliario.
Lo acusaron de haber fletado un furgón bananero que fue detenido en Monterrey, México, con 144 indocumentados, pero fue absuelto de todos los cargos.
Pero al nuevo alcalde no le incomoda su fama de coyote y admite sin tapujos que llevó gente a Estados Unidos, aunque asegura que lo hizo antes del 4 de octubre de 2001, cuando la Asamblea Legislativa de El Salvador lo tipificó como un delito que seria penalizado con hasta ocho años de cárcel.