PARÍS.- Uno de cada tres franceses confiesa que es racista y el 63 por ciento estima que ciertos comportamientos pueden justificar una reacción xenófoba, según un informe publicado hoy con motivo de la jornada internacional contra el racismo.
La Comisión Nacional de Consulta sobre los Derechos Humanos (CNCDH), autora del estudio, reveló "un cierto número de lagunas" en la lucha contra el racismo en el país, al tiempo que hizo una serie de recomendaciones al Gobierno para solucionarlas.
El informe, que incluye el resultado de un sondeo efectuado en noviembre pasado, señala que el número de personas que se confiesan racistas en Francia se incrementó en ocho puntos en 2005 con respecto al año anterior.
Los datos de la CNCHD revelan además "una radicalización de las opiniones hostiles a los extranjeros", que coincide con "un agotamiento de la movilización contra el racismo, el antisemitismo y la xenofobia".
A diferencia de 2004, el año pasado se redujeron los actos de violencia racista, en particular de los de carácter antisemita. Sin embargo, el número de víctimas de esos actos ha bajado muy poco, "lo que permite constatar que el grado de violencia de los actos se mantiene estable".
A la luz de los datos del informe, la Liga de Derechos Humanos (LDH) francesa ha criticado al Gobierno, que "recoge el fruto de las medidas adoptadas".
"Grupos humanos enteros, magrebíes, negros, gitanos, son estigmatizados como franceses diferentes del resto", indicó la LDH, que lamentó que estos actos estén llegando también a las escuelas.