ISLAMABAD.- La ayuda de Estados Unidos para reconstruir las zonas devastadas por el terremoto del pasado 8 de octubre en Pakistán se prolongará durante varios años y llegará a los 300 millones de dólares, afirmaron hoy fuentes diplomáticas.
El embajador de EEUU en Islamabad, Ryan C. Crocker, ofreció hoy una rueda de prensa con los jefes de las Fuerzas Armadas de ambos países, el comisario de Socorro de Pakistán, general Farooq Ahmed, y el comandante del Centro de Asistencia para Desastres, almirante Michael LeFever.
Crocker calificó de "increíble y exitosa" la cooperación entre ambos Estados para hacer frente a un terremoto que causó casi 90.000 muertos.
"Hemos comprometido 200 millones de dólares durante varios años para reconstruir (la zona afectada) y, como dice el presidente (paquistaní, general Pervez) Musharraf, reconstruirla mejor", dijo.
El Gobierno estadounidense coordinará con la Autoridad paquistaní de Reconstrucción y Rehabilitación para el Terremoto (ERRA) la evaluación de las necesidades del futuro.
El embajador estadounidense afirmó además que la asistencia estadounidense entra ahora en su segunda fase de la reconstrucción.
Agregó que durante esta etapa se utilizarán, además de los fondos dedicados por Washington, otros cien millones de dólares ofrecidos por el sector privado estadounidense.
"La colaboración para la reconstrucción continuará durante los próximos años, como resultado de nuestra asociación estratégica", dijo Crocker.
El Ejército estadounidense, por su parte, ha anunciado su retirada de las zonas afectadas por el terremoto al completar su operación de ayuda, el próximo 31 de marzo.
El general Peter Pace, jefe del Estado Mayor Conjunto de EE.UU., afirmó hoy que el mando norteamericano también retirará sus helicópteros que participaban en esa misión, cuyo número ya ha sido reducido de veinticuatro a ocho, aunque precisó que podrán ser utilizados nuevamente si hace falta.
Casi 90.000 personas fallecieron en el terremoto del pasado octubre, que afectó sobre todo la zona de Cachemira bajo control de Pakistán y la provincia paquistaní Frontera Noroeste, mientras casi tres millones de personas se quedaron sin hogar.