LOS ANGELES.- Más de 100.000 personas, según la policía, se manifestaron hoy en el centro de la ciudad de Los Angeles, en la que ha sido la mayor protesta hasta ahora contra la reforma migratoria que prepara el Gobierno de Estados Unidos.
Muchos de los manifestantes llevaban camisetas blancas, en símbolo de paz, y banderas de sus respectivos países, especialmente de México, así como estadounidenses.
Con pancartas en las que podían leerse lemas como: "EE.UU. se hizo con los inmigrantes", "Amnistía" o "Por una protección igualitaria", los manifestantes recorrieron de forma pacífica el centro de la ciudad rodeados por una fuerte presencia policial.
Las organizaciones que convocaron la protesta, bautizada como la "megamarcha", aseguraron que la cifra de participantes entregada por la policía se queda muy corta.
Entre los manifestantes había representantes de organizaciones campesinas, religiosas y estudiantiles, que se sumaron para exigir una reforma de las leyes de inmigración que no criminalice a los alrededor de 12 millones de indocumentados que viven actualmente en EE.UU., ni a quienes les ofrezcan un trabajo.
La polémica reforma
La "megamarcha" de hoy es sólo una más de las que vienen produciéndose en los últimos días en distintas partes del país, como Arizona o Georgia, y que continuarán el lunes en Boston (Massachusetts) y en Washington, la capital estadounidense.
Ese mismo día, el Senado comenzará a debatir la polémica reforma, que ya ha provocado divisiones en la clase política, incluso en el seno de las filas republicanas.
El Presidente George W. Bush, se ha sumado hoy al debate al afirmar, en su discurso radiofónico de todos los sábados, que la reforma no debe obligar al país a elegir entre ser una nación acogedora o una nación que cumple las leyes.
"Podemos ser las dos cosas", dijo Bush tras reiterar su firme defensa de un programa de trabajadores huéspedes que permitiría a los inmigrantes regularizar su situación, pero sólo mientras realicen trabajos que no quieren hacer los estadounidenses.