WASHINGTON.- El representante especial de la ONU para Irak, Ashraf Qazi, condenó ,en duros términos, el continuo deterioro de la situación de los Derechos Humanos en este país, donde las tensiones sectarias van en aumento, al igual que la violencia.
En un comunicado, Qazi expresó su consternación por los casos cotidianos de tortura, detenciones arbitrarias y ejecuciones extrajudiciales que afectan a todas las comunidades y señaló, con alarma, que todos los días aparecen cuerpos mutilados en las calles.
El representante especial de la ONU agregó que estos atropellos provocan el desplazamiento de la población civil con los problemas que este fenómeno acarrea y que se suman al turbulento escenario iraquí.
El enviado de la ONU pidió a las autoridades iraquíes que tomen medidas firmes para detener la violencia y garantizar a sus ciudadanos los derechos y protección estipulados en las leyes iraquíes e internacionales.
"Irak debe unirse para superar la violencia. Más que nunca, urge la formación de un Gobierno que haga valer el respeto a los Derechos Humanos y el imperio de la ley ante el deteriorado entorno de seguridad", puntualizó Qazi.