HUNTSVILLE.- Un hombre que hace 13 años asesinó a un trabajador de una empresa petrolera durante un asalto fue ejecutado hoy con una inyección letal, anunciaron las autoridades judiciales del estado de Texas.
Kevin Kincy, un repartidor de pizzas con antecedentes por tráfico de drogas, fue condenado por el asesinato de Jerome Harville durante un asalto a la casa de la víctima en las cercanías de la ciudad de Houston, en 1993.
Ocho minutos antes de recibir la inyección que le causaría la muerte, Kincy, de 38 años, se despidió de familiares y amigos que acudieron a la ejecución.
"Amo a mis hijos, amo a mi familia. Eso es todo", señaló antes de tenderse sobre la camilla donde recibió la inyección, según relató un portavoz de la prisión de Huntsville.
Kincy fue el séptimo convicto ejecutado este año en Texas, el estado donde más ejecuciones se han llevado a cabo desde que el Tribunal Supremo de EE.UU. restableció la pena de muerte en 1976.
El estado tiene prevista otras tres ejecuciones en abril y cinco en mayo.