CIUDAD DEL VATICANO.- El Papa Benedicto XVI criticó hoy, ante unos quinientos miembros del Partido Popular Europeo (PPE), la legislación de los matrimonios homosexuales y de las parejas de hecho en un discurso en el que instió a los conservadores a defender las "raíces cristianas" de Europa.
Las críticas fueron vertidas durante la audiencia que Joseph Ratzinger concedió a los eurodiputados que participan en el congreso del PPE, a quienes agradeció por su "reconocimiento de la herencia cristiana" del Viejo Continente.
Las palabras del Pontífice generaron las críticas de los radicales italianos, que lo han acusado de intervenir en la campaña electoral.
El Papa alentó al PPE a seguir su apoyo al cristianismo, que "puede ayudar significativamente a la derrota de una cultura que ahora está muy extendida en Europa, y que relega a la esfera privada y del sujeto la manifestación de las propias convicciones religiosas".
También dijo que "no se debe olvidar que, cuando las Iglesias o comunidades intervienen en el debate público, expresando sus reservas o recordando algunos principios, ello no constituye una forma de intolerancia o interferencia".
Explicó que "tales intervenciones tienen como único objetivo iluminar las conciencias, haciéndoles que puedan actuar de forma libre y responsable".
Además habló de "los principios que no son negociables" para la Iglesia Católica.
Entre ellos citó: "El
reconocimiento y promoción de la estructura natural de la familia, como unión de un hombre y de una mujer basada en el matrimonio, y su defensa de cualquier intento de hacerla jurídicamente equivalente a formas radicalmente diferentes de unión que en realidad la dañan y contribuyen a la desestabilización, oscureciendo su carácter particular y su papel social irreemplazable".
También mencionó la "protección de la vida en todas sus etapas, desde el primer momento de la concepción hasta la muerte natural".
A la audiencia no acudieron políticos italianos del PPE, como Silvio Berlusconi y el presidente del Parlamento, Pier Ferdinando Casini, tras las críticas de la oposición por el hecho de que el acto se produjera en plena campaña electoral.