WASHINGTON.- Estados Unidos tiene la intención de probar a principios de junio próximo una potente bomba convencional para destruir objetivos bajo tierra, informan hoy medios de prensa estadounidenses.
El Pentágono quiere con ello probar si es posible destruir objetivos subterráneos como instalaciones de cohetes, cuarteles militares o depósitos de armamento, se indicó.
La prueba comenzará el próximo 2 de junio en un lugar rodeado de montañas a unos 150 kilómetros de Las Vegas, en el estado de Nevada, señalan los medios, que citan a fuentes del Pentágono.
Se tratará de la detonación no nuclear más importante de las que se ha realizado hasta la fecha en Nevada. Tras la misma se producirá un gran "hongo" que se alzará sobre el terreno.
El Pentágono lleva mucho tiempo preocupado por el hecho de que sus armas actuales no tengan capacidad para destruir objetivos bajo tierra.
Los planes para desarrollar una bomba con ese objetivo, bautizada como "bunker buster" ("destructora de búnkers"), fracasaron nuevamente el año pasado por el rechazo del Congreso.
En la prueba se utilizará una mezcla de nitrato de amonio y crudo pesado. La bomba tiene un poder destructivo equivalente a unas 540 toneladas de TNT.