NUEVA YORK.- Millares de inmigrantes formaron el sábado una fila de más de 1,5 kilómetros sobre el puente de Brooklyn, agitando banderas de al menos una docena de países en una protesta contra una posible reforma a la ley de inmigración en el Congreso.
Los manifestantes, la mayoría procedentes de países latinoamericanos, se congregaron en el centro de Brooklyn en un templado día de primavera para atravesar el río East por el famoso puente, uno de los hitos más famosos de Nueva York. La marcha concluyó frente a un edificio de oficinas del gobierno federal, en la parte baja de Manhattan.
Alrededor de 10.000 personas inundaron Foley Square convertidas en un mar de coloridas banderas y lemas repetidos a coro. La multitud llegó vestida con los colores de México, Uruguay y Ecuador, pero muchos portaban lienzos con los colores estadounidenses rojo, blanco y azul.
"Vinimos para decir que estamos aquí", dijo George Criollo, quien llegó a Nueva York hace una década desde Cuenca, Ecuador. "Tenemos que hablar, seamos legales o ilegales. Tenemos que hablar acerca de este tema", añadió.
Criollo, quien dijo que su familia se hallaba ilegalmente en Estados Unidos, teme que el nuevo proyecto de ley conduzca a su deportación o a su encarcelamiento. En la Cámara de Representantes ya se aprobó un proyecto de ley que establecerá penas para cualquiera que ayude a los indocumentados a permanecer en el país.
Los manifestantes eran acompañados por bandas de música. Uno de los carteles que portaban decía: "Si ustedes dañan a los inmigrantes, están dañando a Estados Unidos".
Otro manifestante, que no hablaba inglés, llevaba un cartel que decía "I cleaned up ground zero" (Yo limpié el área destruida del Centro de Comercio Mundial).
En California, unas 500 personas protestaron el sábado contra la iniciativa de ley de la cámara baja en la ciudad de Costa Mesa, la cual podría ser la primera de Estados Unidos que confiera a la policía local la capacidad para aplicar la ley sobre inmigrantes.
"Ayudar a mis muchachos no debe ser un delito", dijo Dagoberto Zavala, de 52 años, un inmigrante de El Salvador que radica en el área de Santa Barbara con sus hijos indocumentados.
Manifestantes, con banderas de Estados Unidos y México, dijeron que el reducido número de participantes no significaba desinterés, aunque los organizadores habían previsto la asistencia de decenas de millares, como ocurrió hace una semana con la "megamarcha" de 500.000 en Los Angeles.
Las autoridades federales estudian una propuesta del ayuntamiento de Costa Mesa para permitir a la policía local revisar la situación migratoria de delincuentes violentos y reincidentes.
En Oklahoma City más de 5.000 personas llenaron la plaza sur del congreso estatal, en protesta por iniciativas de ley que analiza la legislatura con el fin de impedir que los indocumentados reciban servicios financiados con impuestos, como atención médica y bonos de alimentos, y obligar a los burócratas a denunciar a los inmigrantes ilegales.