BOSTON.- La periodista estadounidense Jill Carroll llegó hoy a Estados Unidos tras una espeluznante experiencia como rehén de guerrilleros islámicos en Irak, diciendo que "me siento como si hubiera vuelto a vivir".
La periodista, de 28 años y quien estuvo cautiva durante 82 días en Irak, regresó a Estados Unidos a bordo de un avión de pasajeros.
A bordo de la nave de Lufthansa la acompañaba un colega de su empleador, el periódico Christian Science Monitor, que se publica en Boston.
"Finalmente me siento como si hubiera vuelto a vivir. Me siento tan bien", dijo Carroll, de acuerdo a su periódico. "Ser capaz de salir afuera cuando a una se le ocurre, sentir el sol directamente en la cara, ver todo el cielo. Esos son lujos que nosotros no apreciamos cotidianamente", señaló.
Carroll se negó a hacer declaraciones durante el vuelo. Partió del aeropuerto en una limusina negra escoltada por agentes de la policía estatal, con destino desconocido.
Carroll llegó proveniente de la base aérea estadounidense en Ramstein, en el suroeste de Alemania, donde había llegado ayer desde Irak.
El sábado, Carroll se retractó enérgicamente de declaraciones realizadas durante su cautiverio en Irak y poco después de su liberación, señalando que sus captores la habían amenazado.
En un video filmado antes de su liberación y difundido a través de la internet, Carroll se pronunció contra la presencia militar estadounidense en Irak. El sábado dijo que lo había hecho bajo coerción.
"Durante mi última noche en cautiverio, mis captores me obligaron a participar en un video propagandístico. Me dijeron que me liberarían si cooperaba. En ese momento me encontraba en un ambiente amenazador, bajo su control, y quería regresar a casa con vida. Por eso acepté", dijo.
"Algunos dicen que esas cosas que me obligaron a decir cuando estaba cautiva son una expresión fiel de mis posiciones personales. No lo son", agregó.
Carroll, estudiante de árabe, gozó de amplia solidaridad durante su cautiverio, y muchos grupos en el Medio Oriente, incluida la milicia Hamas, abogaron por su liberación.
La periodista independiente del diario Christian Science Monitor, oriunda de Ann Arbor, Michigan, fue capturada el 7 de enero en el sector occidental de Bagdad por pistoleros que asesinaron a su traductor iraquí, y fue liberada el jueves en una oficina del Partido Islámico Iraquí, una organización árabe sunita.
