ROMA.- Los italianos votaban el lunes por segundo día para decidir el futuro del Primer Ministro conservador Silvio Berlusconi, el multimillonario magnate de los medios informativos, quien no logró impulsar la alicaída economía del país.
Berlusconi es el Primer Ministro que más tiempo ha permanecido en el gobierno italiano desde la Segunda Guerra Mundial.
Enfrenta a Romano Prodi, ex presidente de la Comisión Europea, quien lo derrotó para asumir como primer ministro en 1996.
No está permitido publicar encuestas en los dos días anteriores a los comicios, pero algunos sondeos anteriores daban una ventaja ligera a Prodi.
En el segundo día de la votación, las urnas abrieron a las 7.00 (0500 GMT), y operarían durante unas ocho horas. Las encuestas a boca de urna serían divulgadas poco después del cierre, previsto para las 15.00 (1300 GMT), y los primeros resultados se conocerían unas horas después.
El domingo, tras 14 horas de votación, el 66,5 por ciento de los 47 millones de electores empadronados había depositado su voto, informó el Ministerio del Interior.
Berlusconi, un firme aliado de Estados Unidos, fundó un emporio empresarial que se expandió para abarcar las principales cadenas de TV del país, el equipo Milan del fútbol, así como inversiones en grupos editoriales, publicitarios y de seguros.
El primer ministro, de 69 años, busca encabezar el gobierno por tercera vez, con un bloque de centro-derecha —una coalición a veces tambaleante entre su partido Forza Italia, el otrora neofascista Alianza Nacional, fuerzas favorables al Vaticano y la Liga del Norte, que se pronuncia contra la inmigración.
Prodi, de 66 años, buscaba volver al poder con una coalición de demócrata-cristianos, verdes, liberales, ex comunistas y comunistas.
Uno de los temas principales, Irak, dejó de estar en el centro del debate antes de que la campaña comenzara, cuando Berlusconi anunció que las fuerzas italianas en ese país se retirarían hacia finales del año.
Berlusconi había apoyado firmemente al presidente estadounidense George W. Bush, pese a la oposición a la guerra manifestada por buena parte de los italianos.
Prodi ha dicho que traerá a los efectivos de regreso en cuanto lo permitan las condiciones de seguridad.