ISLAMABAD.- Cerca de 50 personas murieron hoy en la ciudad meridional paquistaní de Karachi a causa de la explosión de una potente bomba durante una oración pública con la que miles de musulmanes suníes celebraban el aniversario del nacimiento del profeta Mahoma.
Este es uno de los peores atentados ocurridos en lugares públicos en las últimas décadas en Pakistán.
La fuerte explosión bajo el estrado donde se realizaban las oraciones se produjo cuando miles de personas participaban en una reunión en el parque Nishtar de Karachi, organizada por el movimiento Suni Tehrik.
Como consecuencia de este fallecieron al menos 48 personas y más de 50 resultaron heridas. De este último número, al menos quince permanecen en estado crítico, según señaló el ministro paquistaní de Interior, Aftab Ahmad Sherpao.
El secretario de Estado confirmó que la explosión, que pudo escucharse en toda la ciudad, se debió al estallido de una bomba y señaló que se está tratando de determinar si pudo deberse a un atentado suicida.
La cifra oficial de víctimas es de momento 48, aunque algunas fuentes no oficiales hablan ya de 55 y se teme que pueda aumentar debido al estado grave de algunos de los heridos.
Escenas de pánico tras la explosión
El estallido de la bomba produjo escenas de pánico cuando miles de personas que habían acudido a la celebración religiosa trataron de escapar del lugar del atentado, mientras se podían ver cuerpos tendidos en el suelo.
Las imágenes emitidas por la televisión paquistaní mostraron numerosos cadáveres que eran retirados por los equipos de seguridad y llevados, junto a los heridos, algunos en muy mal estado, a los hospitales de la zona.
Entre los fallecidos por la explosión, según fuentes policiales, se encuentra Haji Hanif Bilu, líder del Suni Tehlik, una organización considerada no sectaria.
Los episodios de violencia religiosa son frecuentes en Pakistán, particularmente entre las comunidades chií, minoritaria, y suní, mayoritaria, y especialmente en la ciudad meridional de Karachi,la capital comercial del país y capital de facto hasta la fundación, a finales de la década de los 60, de Islamabad.
Sin embargo, es poco frecuente que el blanco del ataque sea una celebración en honor del profeta del Islam.
Este ha sido, además, uno de los atentados más graves que se han producido en Pakistán después del que, en julio de 2003, causó 53 muertos y numerosos heridos por la explosión de una bomba en una mezquita chií en la ciudad de Quetta, muy cerca de la frontera con Afganistán.