CARACAS.- El embajador estadounidense en Caracas visitó un portaaviones de Estados Unidos, que se desplazaba rumbo al Caribe para ejercicios navales, un viaje que comenzó justo el día en que el presidente venezolano Hugo Chávez amenazó con expulsarlo del país.
El embajador William Brownfield se reunió con el jefe del Comando Sur estadounidense, general Bantz J. Craddock, y otros oficiales durante una visita informativa de dos días abordo del USS George Washington. La visita concluyó el lunes, dijo José Ruiz, portavoz del Comando Sur con sede en Miami.
"El quería saber más sobre la operación a modo de poder clarificar cualquier malentendido" acerca de la presencia en el Caribe del portaaviones, junto a otras naves militares estadounidense.
Los ejercicios son "un entrenamiento marítimo rutinario", agregó Ruiz.
Chávez ha acusado en varias ocasiones el gobierno de Estados Unidos de planear derrocarlo y el domingo amenazó para expulsar a Brownfield, acusándolo de interferir en los asuntos del país y de intentar provocar confrontaciones con manifestantes favorables a su gobierno.
El Departamento de Estado respondió contundentemente el lunes, al afirmar que no tolera "actitudes intimidatorias" contra el embajador como lo ocurrido la semana pasada, cuando partidarios de Chávez persiguieron en motocicletas su caravana y arremetieron con golpes, patadas, huevos y tomates contra su automóvil.
El Departamento del Estado acusó a funcionarios locales de complicidad en esos hechos. Se desconoce cómo el gobierno venezolano tomará la visita de Brownfield al portaaviones.
El vicepresidente José Vicente Rangel, sin embargo, reiteró el martes el alegato de que la embajada de Estados Unidos estuvo implicada profundamente en un breve golpe de Estado contra Chávez en el 2002.
"Es importante que hoy se diga que el golpe del 11 de Abril fue un golpe gestado por la embajada norteamericana", dijo Rangel en una ceremonia con motivo del cuarto aniversario del fallido golpe.
Funcionarios estadounidenses niegan la implicación en el golpe o cualquier supuesto plan para derrocar a Chávez. Pero Washington sostiene que el mandatario, un declarado admirador del líder cubano Fidel Castro, ha minado principios democráticos y plantea una amenaza a la región.
Ruiz indicó que el embajador voló rumbo al portaaviones el domingo, en momentos que este se encontraba entre la Florida y el Caribe.
Brownfield ha intentado despejar las suspicacias venezolanas sobre los ejercicios navales, mientras que el Comando Sur dijo que el despliegue marítimo se centrará en los esfuerzos conjuntos de la lucha contra el tráfico de drogas y seres humanos, entre otras cosas.
"Su objetivo número uno debe ser realzar nuestra capacidad de trabajo con los navíos amistosos en la región", señaló el portavoz.
El despliegue incluye la presencia también de un destructor, un crucero, una fragata, 60 aeronaves y unos 6.500 militares abordo.
Las naves visitarán los puertos de varios países del Caribe, mientras que helicópteros y aviones F-18 serán lanzados desde sus cubiertas.
Ruiz acotó que este será el primer despliegue de un portaaviones de Estados Unidos en el Caribe en cerca de tres años.
El USS George Washington, basado en Norfolk, Virginia, hará su primera parada el viernes en el puerto de la isla holandesa de San Maarten, mientras que un destructor, el USS Stout, paró ya esta semana en Curazao, una de las islas más cercanas a Venezuela.