BEIJING.- El sospechoso de la explosión ocurrida el pasado lunes en un hospital de Yuanping, provincia de Shanxi, en el que murieron 31 personas, se entregó a la justicia.
El sospechoso, Wang Jinsheng, se encontraba en paradero desconocido desde que tuvo lugar la explosión. Las autoridades policiales habían ofrecido una recompensa de 12 mil 500 dólares por su captura.
La investigación de la Policía descubrió que Wang, un funcionario administrativo del Hospital dependiente de la Compañía de Carbón y Electricidad de Xuangang, trasladó decenas de cajas al lugar de los hechos 10 días antes de la explosión.
La policía halló gran cantidad de detonadores y mechas en el lugar de explosión.
La deflagración destruyó una construcción de dos plantas y varias pequeñas viviendas en un kilómetro a la redonda, informa Europa Press.