NUEVA YORK.- Bomberos, policía, periodistas, amantes de los animales y vecinos del Greenwich Village participan en una carrera contra el tiempo para salvar la vida de una gata atrapada en las cavidades de una pared de un antiguo edificio, sin poder salir desde hace dos semanas.
Los cuarenta socorristas que participan en la faena ya lo han hecho todo para liberar a Molly, una gata de once meses de edad: abrieron boquetes en la pared del viejo edificio del siglo XIX, llamaron a veterinarios, le ofrecieron alimentos, pero la gata no puede salir o no se atreve a hacerlo.
Hasta dos pequeños gatitos fueron puestos allí para despertar con sus maullidos los instintos maternales de Molly.
La gata de la tienda británica de alimentación Myers of Keswick se perdió el 31 de marzo entre las cavidades de la pared y el techo, sin lograr salir después de haberse metido por un pasaje extremadamente estrecho.
Según los socorristas, el animal que sobrevive sin duda gracias a los ratones y al agua que se filtra de las cañerías, todavía maullaba el viernes.
"Hemos pasado horas sacando ladrillos y grandes piedras, pero sin el menor resultado hasta ahora", dijo a la AFP, el jefe de las operaciones, Mike Pastore, de Animal Care and Control, organización encargada por la ciudad de coordinar el socorro siempre que hay un animal implicado.
Según él, incluso la comisión de preservación de monumentos de Nueva York ha autorizado a practicar los boquetes que fueran necesarios para salvar al animal.
El socorrista no recuerda ningún otro caso semejante que haya despertado tanto interés de los medios, salvo, quizás, "el de un tigre que fue retirado de un apartamento de Harlem hace algunos años".
Pastore estima en tres semanas la capacidad de supervivencia del animal y, a medida que pasan los días, las cámaras de televisión se hacen más numerosas ante la tienda, que sigue abierta a pesar de todo.
