MOSCÚ.- Representantes de Rusia, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Alemania y China están reunidos hoy en Moscú para analizar los próximos pasos en la disputa internacional sobre las ambiciones nucleares de Irán.
Los directores políticos de las cancillerías realizaban una cena de trabajo. El vicecanciller Serguei Kislyak representa a Rusia; el subsecretario de Estado Nicholas Burns a Estados Unidos y el canciller adjunto Cui Chankai a China.
Rusia y China, que tienen fuertes lazos económicos con Irán, se oponen a la posición estadounidense de imponer sanciones. Rusia está construyendo una usina nuclear en el puerto de Bushehr, en el sur de Irán, y ha vendido armas a Teherán.
El vocero de la cancillería rusa Mijail Kamynin reiteró que la posición de Moscú es insistir en la diplomacia.
"Estamos convencidos de que ni las sanciones ni el uso de la fuerza conducirá a la solución al problema", dijo Kamynin, citado por la agencia ITAR Tass.
El embajador ruso ante la ONU, Andrey Denisov, se negó a pronosticar qué sucederá si Irán no desiste del enriquecimiento de uranio —un proceso que permite fabricar una bomba nuclear— antes del plazo del 28 de abril. Pero insistió que se debe buscar una salida diplomática del atolladero.