PARÍS.- La asfixia o una intoxicación alimentaria pudieron ser la causa de la muerte de 14 personas pertenecientes a dos familias emparentadas entre sí y cuyos cadáveres se encontraron en una cabaña en la aldea de Loka, en una zona aislada en la jungla de la Guayana francesa, cerca de la frontera con Surinam.
No obstante, las fuentes policiales explicaron que los gendarmes que se trasladaron hasta Loka, en el municipio de Papaichton, tampoco descartaron la posibilidad de que se tratara de un crimen, aunque no había signos de violencia, por lo que se que la muerte se produjo al inhalar monóxido de carbono de un motor de gasolina que había en la cabaña.
Los cadáveres, descubiertos por un vecino, corresponden a los de un padre de 34 años y sus diez hijos, por una parte, y otra familia compuesta por una madre y sus dos hijos.
Según las primeras versiones, las dos familias se había reunido para comer en ausencia de la madre de los diez hijos, que estaba hospitalizada en Cayena, capital de la Guayana francesa, donde acababa de dar a luz.
Testigos del trágico hallazgo señalaron que había un motor de gasolina para generar electricidad en la vivienda que pudo estar funcionando durante la noche hasta que se terminó el carburante, ya que el depósito se encontró vacío, lo que alimenta la hipótesis de una intoxicación por monóxido de carbono.
Esos testigos dijeron haber visto el cuerpo del padre a los pies de su cama y dos niños cerca de la puerta a la que tal vez habían intentado llegar al darse cuenta de que se asfixiaban (el monóxido de carbono es un gas inodoro).
Los ministros del Interior, Nicolas Sarkozy, y de Ultramar, Francois Baroin, debían llegar hoy mismo a Cayena, procedentes de la Francia metropolitana, para asistir al entierro de un agente muerto de un tiro el pasado lunes en una intervención policial.
