SAO PAULO.- La policía brasileña arrestó a tres mujeres acusadas de matar con golosinas envenenadas a dos niños de corta edad, una de las cuales es una vecina que confesó ser la autora del doble crimen, informó hoy la prensa.
El caso ocurrió el domingo pasado en Feira de Santana, ciudad del estado de Bahía (noreste), donde los hermanos Eder y Ana María da Silva, de 6 y 8 años de edad, respectivamente, murieron tras comer unos dulces que un mensajero entregó en su casa y que estaban envenenados con un raticida conocido como "chumbinho".
La principal acusada es Ivanice da Coinceicao Fonseca, de 39 años, quien admitió ante la policía que mandó las golosinas envenenadas a la casa de los Da Silva con la intención de matar a la madre de los menores, Ivonete Pereira da Silva, según el diario "O Globo".
La mujer aprovechó que los domingos de Pascua se acostumbra regalar chocolates a los niños y envió a la hija mayor de los Da Silva, de 13 años, un paquete de dulces con una tarjeta de un supuesto admirador secreto.
Dos de los menores que comieron las golosinas murieron envenenados pocas horas después, mientras que otros dos fueron ingresados en un hospital y ya recibieron el alta.
La principal acusada contó al comisario Matheus Souza Lima, encargado del caso, que en realidad quería matar a la madre de los niños, a quien consideraba culpable de una supuesta brujería que en febrero pasado causó la muerte a una hija suya de 7 años .
"Me sorprende tanto odio. Después de que mis hijos murieron me contaron que ella creía que yo había hechizado a su hija y juraba venganza", dijo Pereira da Silva.
Dos amigas de la principal acusada, que al parecer no sabían cuáles eran sus verdaderas intenciones, le ayudaron a envolver las golosinas y a enviarlas a la familia afectada, razón por la cual también fueron arrestadas.