WASHINGTON.- Los países del Cono Sur latinoamericano urgieron hoy al Fondo Monetario Internacional (FMI) a presionar a Estados Unidos para que reduzca su déficit fiscal, a fin de evitar una repentina depreciación del dólar que ocasionaría una recesión mundial.
"El FMI ha sido directo en proveer a sus miembros con análisis adecuado de los desequilibrios siempre crecientes, pero menos directo en presentarles un paquete de políticas para corregirlos", dijo la ministra de Economía de Argentina, Felisa Miceli.
Al hablar frente al Comité Financiero y Monetario Internacional (IMFC) en nombre del Cono Sur latinoamericano -integrado por Argentina, Bolivia, Chile, Paraguay, Perú y Uruguay- Miceli dijo que "el FMI tiene un rol decisivo" en corregir esos desequilibrios.
El paquete por el que el FMI debe presionar debe incluir "un ajuste fiscal en Estados Unidos, medidas para apoyar el consumo interno en China, más inversión y consumo interno en países de Asia y reformas estructurales que promuevan el crecimiento en Europa y Japón", indicó Miceli.
El FMI viene advirtiendo desde hace años que si Estados Unidos no reduce su déficit fiscal y si otros países desarrollados no corrigen otros desequilibrios en la economía mundial, el ajuste terminará viniendo por parte de los mercados, pero en ese caso no será progresivo sino repentino, y provocaría una recesión mundial.
Miceli dijo que este escenario es muy probable que ocurra, y que la reacción en cadena "hundiría a la economía global en una recesión enorme", por lo cual es "crítico" que el FMI tenga la capacidad de hacer que los países desarrollados tomen las medidas para corregir los desequilibrios antes de que se llegue a esa situación.
El FMI ha venido recomendando estas medidas, pero no tiene manera de obligar a los países ricos a seguir sus indicaciones. En el caso de los países pobres, el FMI tiene más poder de presión debido a que si no cumplen con sus recomendaciones, no les extiende líneas de crédito.
Los países desarrollados, en cambio, no necesitan créditos del FMI, porque tienen todo el crédito que precisan en los mercados privados de capital.
En su primera participación en una reunión semestral del FMI y el Banco Mundial, Miceli criticó también al FMI también por sus políticas hacia el mundo en desarrollo, como por ejemplo su recomendación de flexibilizar el mercado laboral.
"Al dar consejos de políticas que requieren más flexibliidad laboral sin antes considerar si los estándares laborales internacionalmente reconocidos se están cumpliendo, o si la economía en negro está ya dando mucha flexibilidad al mercado laboral, el Fondo puede haber empeorado las cosas", afirmó la ministra del gobierno del presidente Néstor Kirchner.