BAGDAD.- Al menos nueve iraquíes murieron y otros doce resultaron heridos hoy en ataques y atentados con bombas en Bagdad y en una zona situada al sur de la capital iraquí, informaron fuentes de seguridad locales.
En el primer incidente, seis personas murieron y otras tres resultaron heridas por la explosión de varios proyectiles de mortero cerca del Ministerio iraquí de Defensa, en Bagdad, informaron fuentes del Ministerio de Interior.
Todas la víctimas son empleados civiles del Ministerio de Defensa, precisaron las fuentes, que también indicaron que en un ataque similar en el barrio de Al Daura, en el sur de la capital, falleció un civil y otros dos resultaron heridos.
Mientras, otros proyectiles del mismo tipo cayeron en un gimnasio ubicado en las proximidades del Estadio Internacional del Pueblo, en la capital iraquí, aunque sólo causaron daños materiales.
Asimismo, un hombre y un niño fallecieron, y otros siete menores resultaron heridos de diversa consideración al estallar una artefacto explosivo en la localidad de Al Mahmudiya, al suroeste de la capital, informó un comunicado del mando militar norteamericano.
"Miembros de la Cuarta Brigada del Ejército estadounidense se presentaron en el lugar del atentado para ayudar al traslado de los heridos a los centros hospitalarios de la zona", se indica en la nota.
Atentado contra jefe policial
Por otra parte, el general Hamed Names, jefe de la policía de la provincia de Salahedin, al norte de Bagdad, salió ileso de un atentado con bomba, informaron fuentes de seguridad locales.
La explosión se produjo cuando la caravana de vehículos en que viajaba Names, junto a Ahmed Abdulah, asistente de la gobernación de Salahedin para asuntos de seguridad, pasaba por la localidad de Beiji, a unos 200 kilómetros de la capital.
El atentado causó la muerte de un guardaespaldas, y heridas a otros dos, mientras que varios coches resultaron dañados, agregaron las fuentes.
Entretanto, la policía informó que halló un total de seis cadáveres de jóvenes con impactos de bala y señales de haber sido torturados, en el área de Yamila, situada en este de la capital iraquí.