Julen de Madariaga, fundador de ETA. |
BURDEOS.- Julen de Madariaga, uno de los fundadores del grupo armado vasco ETA, lamentó, en una entrevista al diario regional Sud-Ouest publicada el lunes, el inmovilismo de los gobiernos francés y español un mes después del alto el fuego permanente decretado por la organización separatista.
"Pese a que hemos visto signos positivos por la parte vasca, que muestran que este alto el fuego es algo serio, nada avanza en el seno de los Gobiernos francés y español", declaró Madariaga, de 73 años.
Según este histórico de ETA, el gobierno francés "prefiere dejar la conducción de este proceso a España" y lleva a cabo un "juego sutil".
"Oficialmente, el problema vasco no les afecta. La única en expresar su opinión fue Michele Alliot-Marie, ministra de Defensa, según la cual la ausencia de violencia facilitará un diálogo sobre todos los temas", recordó.
"En mi opinión, todos los temas incluyen una posible independencia de toda la nación vasca, del norte y del sur, dentro de la Unión Europea", añadió Madariaga.
Julen de Madariaga, abogado de Bilbao (norte de España) y cofundador de ETA en 1959, vive desde hace años en el País Vasco francés (suroeste) y es muy crítico con los rumbos actuales de la banda armada, con la que tomó una prudente distancia.
"Un mes después del anuncio del alto el fuego, veo que los Gobiernos, que deberían mostrar su voluntad sincera de calmar las cosas, intentan ganar tiempo", denunció.
Pro diálogo
Actualmente, este militante es miembro del partido Aralar, una formación vasca nacionalista de izquierda que es favorable a las negociaciones con los Estados español y francés.
"En un problema como el vasco, los gobiernos francés y español deberían abordar la cuestión como hizo (el ex Primer Ministro británico) John Major cuando se enfrentó con realismo político e histórico al proceso de paz irlandés", comparó.
Según él, en estos momentos, la mayor urgencia se encuentra primero "entre los prisioneros, cuyas familias languidecen en la espera".
Según este militante, sería "muy fácil" para los gobiernos liberar a 10 ó 15 "personas detenidas provisionalmente a la espera de juicio por delitos que no incluyen derramamiento de sangre".
"De los más de 650 presos políticos, hay muchos que ya cumplieron tres cuartos de su condena y podrían obtener la libertad condicional", añadió.
Según Madariaga, en segundo lugar, el Presidente del gobierno español, el socialista José Luis Rodríguez Zapatero, debería dar la orden a la policía de seguir trabajando, pero contrariamente a lo que ocurría hasta ahora, sin practicar ningún tipo de tortura.
Si el ejecutivo español no realiza estos gestos es, según él, debido a las presiones que sufre "por parte de los 'barones' del PSOE (Partido Socialista Obrero Español, en el poder, como Felipe González, Alfonso Guerra o José Bono y del Partido Popular (PP, oposición), heredero del franquismo".
ETA comenzó a aplicar el 24 de marzo un "alto el fuego permanente" tras casi 40 años de atentados que dejaron un saldo de más de 800 muertos en España y aseguró que desea "impulsar un proceso democrático" en el pueblo vasco.