MOSCÚ.- Expertos rusos en energía atómica afirmaron hoy que se exagera la gravedad de las secuelas de la avería de la central nuclear ucraniana de Chernobyl, ocurrida el 26 de abril de 1986, pero que las lecciones de esa tragedia permitieron elevar notablemente la seguridad de todas las plantas atómicas.
Las causas de la explosión del cuarto reactor de la central de Chernobyl "fueron establecidas con exactitud y se tomaron todas las medidas que han hecho posible continuar los programas nucleares. El resto ya es asunto de los políticos", dijo Leonid Bolshov, director del Instituto de Problemas de Seguridad Nuclear.
Bolshov participó en los trabajos para superar las secuelas de la catástrofe de Chernobyl y es autor de los códigos electrónicos para el análisis de seguridad que se utilizan en centrales atómicas de Rusia, Estados Unidos, Francia y Alemania.
"El examen de las consecuencias de la avería (de la central ucraniana) nos permite afirmar que por el número de víctimas la catástrofe de Chernobyl no ha sido la más grande, pero sí forma parte de las mayores accidentes industriales", dijo Bolshov en conferencia de prensa.
Precisó que, según datos oficiales, un total de 134 personas de todas las que trabajaron en el reactor siniestrado durante las 24 horas posteriores al accidente, resultaron afectadas por radiación, de la cuales 28 fallecieron meses después.
Otras diecinueve murieron por causas distintas en el período 1987-2004, agregó.
Durante los 20 años transcurridos desde la avería de Chernobyl, de los 5.000 decesos entre los cerca de 60.000 rusos que trabajaron en la zona de la central siniestrada "sólo varias decenas de muertes pueden ser atribuidas a la radiación".
Entre 1991 y 2003, en la región rusa de Briansk, la más afectada del país por la catástrofe, se registraron 226 casos de cáncer de tiroides entre niños y adolescentes, de los que "la mitad pudo tener vinculación con efectos de radiación", dijo Bolshov.
Recalcó, al mismo tiempo, que la tasa de supervivencia entre los niños de Briansk, aquejados de cáncer de tiroides y que fueron sometidos a operaciones quirúrgicas, es del 99 por ciento.
Bolshov calificó de "exagerada" la cifra de 4.000 muertes de cáncer que podría causar la catástrofe de Chernobyl, anunciada por el Organismo Internacional de Energía Atómica, sin hablar ya de los datos de la organización ecologista Greenpeace, que atribuye a la avería 200.000 muertes.
Mayor seguridad
La directora del Instituto de Química y Desarrollo Sostenible, Natalia Tarásova, afirmó por su parte que la energía atómica hoy día presenta "mucho más garantías de seguridad" que cualquier otro sector de la industria moderna. Esto ha sido posible "en gran medida, gracias a las lecciones sacadas de la avería de la central de Chernobyl", recalcó.
Tarásova precisó que el desarrollo de altas tecnologías no permite hablar de sectores "de una seguridad absoluta" y la tarea consiste en "aprender a manejar las actividades tecnológicas".
En su opinión, las centrales nucleares no tienen alternativa como fuentes de energía eléctrica, ya que las reservas de hidrocarburos son agotables.
Las lecciones de la catástrofe de Chernobyl plantearon a la humanidad la necesidad de definir los conceptos científicos de los riesgos que supone todo el proyecto de alta tecnología, señaló la directora del Instituto de Química y Desarrollo Sostenible.