SHANGHAI.- Dos antiguos oficinistas de Shanghai, cansados de sus trabajos, han fundado una compañía que ofrece "conversadores" a los que se puede insultar, e incluso agredir, para descargar el estrés, informó hoy el diario oficial "Shanghai Daily".
Con todo, los azotes sólo están a disposición de las clientes femeninas, "por razones de seguridad", aclaran sus fundadores, Zhang Li y Chen Jun.
Por el momento, ambos empresarios están intentando conseguir una licencia para formalizar su negocio ante las autoridades, por lo que, aunque sus actividades tampoco son ilegales, no pueden emplear a nadie para el trabajo, y ellos mismos son los únicos que aceptan los abusos verbales y físicos.
Los servicios de la firma, llamada Wantong, ofrecen una conversación para desahogarse, con posibilidades de llegar a los abusos por un precio de 120 yuanes el minuto de azotes (unos 15 dólares) y 100 yuanes los diez minutos de insultos (12 dólares).
El precio por la charla es variable, agregó el rotativo.
Depresión
"Estábamos deprimidos después de varios años de trabajo como oficinistas", explicó Chen, "así que pensamos que muchos empleados como nosotros deben de estar sufriendo malas emociones", pese a que Shanghai es la ciudad con mejores sueldos del país.
Durante su primer mes de funcionamiento la empresa ha conseguido cinco clientes, todos oficinistas bien pagados, aseguran, de los cuales dos querían hablar, dos solicitaron el abuso verbal y una pagó por el abuso físico.
"Por lo menos en Shanghai estoy seguro de que la compañía no puede registrase por el momento", indicó un responsable de la Oficina Comercial e Industrial del distrito shanghainés de Minhang.