BAGDAD.- Saddam Hussein cumplió este viernes 69 años, el tercer cumpleaños que pasa en la cárcel, en medio de la indiferencia general de sus compatriotas, salvo algunas tímidas manifestaciones en su región natal.
"No tenemos ningún deseo de alegrarle la vida de Saddam", comentó un responsable estadounidense en respuesta a una pregunta sobre si el depuesto Presidente iraquí ha recibido algún trato deferente con motivo de su cumpleaños.
Recordó que el ex dictador de Irak está siendo juzgado por crímenes contra la humanidad, aunque aseguró que el trato que recibe se ciñe al que contempla la ley internacional.
Al parecer, Saddam ha dejado de fascinar a los iraquíes o de suscitar su odio como cuando era dueño y señor del país.
Sus últimas comparecencias en el Alto Tribunal Penal Iraquí, donde está siendo juzgado desde el 19 de octubre de 2005 junto con siete colaboradores por la masacre de 148 aldeanos chiitas de Dujail, al norte de Bagdad, ha dejado de levantar pasiones entre los miembros de esta comunidad que piden su cabeza.
Su cumpleaños también ha pasado desapercibido en su ciudad natal de Tikrit, a 180 km al norte de Bagdad, pese a que decenas de retratos han aparecido en los muros de la ciudad vecina de Samarra, bastión de los rebeldes sunitas.
En esta ciudad conservadora y tribal, que el 22 de febrero vio cómo una bomba destruía su emblemática mezquita chiita desatando la violencia confesional en el resto del país, todavía encuentra algunos apoyos.
Muchos árabes sunitas, nacidos y crecidos bajo su régimen autoritario, ponen el ejemplo de la seguridad para defender al depuesto dictador y olvidan las violaciones de los derechos humanos que perpetró durante su reinado.
"Los ocupantes y sus agentes, entre ellos los nuevos dirigentes, han cometido más masacres en el país que Saddam Hussein", afirma otro habitante de Samarra.
