BRUSELAS.- La Comisión Europea anunció la suspensión de las negociaciones de acercamiento con el gobierno de Serbia y Montenegro, que aún no consigue detener al ex jefe militar de los serbobosnios Ratko Mladic, buscado por la justicia internacional.
El comisario europeo de Ampliación, Olli Rehn, anunció haber tomado esta decisión luego de una reunión con la procuradora del Tribunal Penal Internacional (TPI) para la ex Yugoslavia, Carla del Ponte.
La evaluación de Del Ponte sobre la cooperación de Serbia con el TPI es "negativa", precisó Rehn en una conferencia de prensa. "Es decepcionante que todavía no hayan logrado ubicar y detener" a Mladic, agregó el comisario.
Para la UE, la detención y transferencia al TPI de Mladic, acusado de genocidio y crímenes de guerra durante el conflicto de los Balcanes (1992-95), es una condición obligatoria para seguir adelante con las negociaciones de un Acuerdo de Estabilización y Asociación, abiertas con Serbia en octubre pasado.
Renuncia viceprimer ministro serbio
Como consecuencia de la decisión de la UE, el viceprimer ministro serbio, Miroljub Labus, anunció la renuncia a su cargo. Labus era el negociador en jefe de los serbios ante la UE.
Poco antes de la renuncia de Labus, el Primer Ministro serbio, Vojislav Kostunica, exigió a Mladic que se rinda, una posibilidad juzgada como "completamente irrealista" por Del Ponte.
Dejando entender que las autoridades serbias no tenían ninguna información sobre el lugar en el que podría esconderse el fugitivo, Kostunica lamentó que con su decisión de no entregarse "Mladic ocasione daños serios a los intereses nacionales" de Serbia y Montenegro.
En efecto, el Acuerdo de Estabilización y Asociación, considerado el primer paso en el camino hacia la adhesión a la UE, "aportaría beneficios importantes para los ciudadanos" serbios, subrayó el comisario Rehn.
De todos modos, Rehn recordó que las negociaciones podrían reanudarse "apenas Belgrado logre una plena cooperación" con la justicia internacional.
La suspensión de las discusiones, que se traducirá en la anulación de la nueva ronda de negociaciones prevista el 11 de mayo, no hacen más que ratificar la difícil posición en la que se encuentra Serbia.
El gobierno de Belgrado enfrenta actualmente las aspiraciones independentistas de los albaneses de Kosovo, provincia serbia administrada por la ONU y cuyo estatuto final se encuentra en discusión.
De su lado, Montenegro decidirá el próximo 21 de mayo a través de un referéndum si continúa unida a Serbia.