BOGOTA.- Los empresarios del transporte público de esta ciudad determinaron el miércoles levantar un paro de casi 48 horas que generó pérdidas millonarias en el comercio, así como desesperación entre los más de siete millones de habitantes de esta capital.
La medida, sin embargo, no fue apoyada inicialmente por APETRANS, la Asociación de Pequeños Transportadores, los cuales convocaron el paro de autobuses en Bogotá.
Alfonso Pérez, presidente de APETRANS, aseguró a la prensa que ellos permanecen unidos en la convocatoria. "Quienes han levantado el paro son los gerentes de las empresas. Ellos no lo convocaron y no lo pueden levantar". Más tarde se unieron al resto de empresarios.
Perez explicó que quienes intervinieron en los diálogos con la alcaldía de Bogotá "son los dueños de las empresas, son los dueños de Transmilenio".
A partir del martes los transportadores y el alcalde de Bogotá, Luis Eduardo Garzón, sostendrán reuniones para analizar las solicitudes de los agremiados.
Transmilenio es el sistema de transporte masivo con autobuses articulados que atraviesan la ciudad por corredores especialmente construidos para su tránsito. La construcción de estas vías produce la salida de cientos de vehículos viejos que producen la mayor parte de la contaminación ambiental de esta ciudad.
Casi el 70% de las principales vías de la capital son cubiertas por las rutas de Transmilenio. A partir de junio se inicia la tercera etapa de construcción de nuevas vías para este exitoso sistema, que ha sido piloto del Banco Mundial para otras ciudades de Latinoamérica.
Garzón, en rueda de prensa, señaló que los niveles de polución atmosférica bajaron en un 60% en los dos días de paro.
Garzón dijo el martes que no está dispuesto a negociar con los transportadores los temas relacionados con el medio ambiente y la reorganización del transporte.
Su posición fue respaldada por el presidente Alvaro Uribe y todos los dirigentes políticos que están inmersos en la contienda electoral por la presidencia del 28 de mayo.
La normalidad en el transporte estaba de regreso a las calles de Bogotá, las cuales permanecían abarrotadas de cientos de taxis y vehículos particulares luego de levantar una prohibición que restringe por ocho horas al día el tráfico de automotores particulares y taxis de acuerdo al último número del registro de tránsito.
El sistema Transmilenio transporta cerca de 1,2 millones de pasajeros día, mientras que algunos cálculos estima que unos tres millones de pasajeros con movilizados por las empresas privadas que operan en la ciudad.
La policía informó que el miércoles por la noche fue incinerado por manifestantes un autobús al sur de la ciudad. Durante el paro fueron arrestadas más de cien personas por participar en disturbios contra la policía.
El gremio de comerciantes de Bogota indicó el comercio dejó de realizar ventas por cerca de 12.000 millones de pesos (unos 5,2 millones de dólares) durante los dos días del paro.