BAGDAD.- La explosión de tres coches bomba causó hoy más de 30 muertos en Bagdad y en la ciudad chií de Kerbala, mientras el primer ministro designado, Yauad al Maliki, se esfuerza por formar un nuevo gobierno.
El atentado más sangriento se registró en Kerbala, a unos 110 kilómetros al sur de la capital, y dejó 22 muertos y 48 heridos, algunos de ellos graves, según fuentes de la Oficina de Cooperación militar iraquí-estadounidense.
El ataque se produjo hacia las 09.15 hora local (05.15 GMT), cuando un suicida al volante de un vehículo cargado de explosivos lo hizo estallar cerca de una estación de autobuses en el centro de la ciudad, donde también hay un complejo de viviendas gubernamentales.
Las fuerzas de seguridad acordonaron el lugar donde ocurrió el atentado, y comenzaron una ’’campaña de registros’’ para detener a presuntos cómplices, añadieron las fuentes.
Kerbala es una ciudad venerada por la mayoritaria comunidad chií de Irak, ya que acoge los mausoleos de los imanes Husein y Abás, hijos del imán Ali, yerno y primo del profeta Mahoma.
El atentado en Kerbala fue seguido por otros dos ataques con coches bomba en el barrio suní Al Adamiya, en el norte de Bagdad, que causaron once muertos y 38 heridos.
Según fuentes del Ministerio de Interior, el primero de los dos atentados tuvo como blanco un puesto de control policial cercano a una base del Ejército y dejó 10 muertos, en su mayoría soldados iraquíes, mientras que otra persona murió en un segundo ataque contra una patrulla del Ejército en la misma zona.
Por otro lado, dos policías perdieron la vida y varios se encuentran heridos después de que su patrulla fuera atacada por un grupo de insurgentes en el barrio Al Yarmuk, en el oeste de la capital.
Según dijo a EFE el coronel de policía Sadun al Yaburi, este último ataque tuvo lugar poco después del mediodía cuando un grupo de pistoleros ametralló la patrulla, integrada por tres vehículos, en una carretera del citado barrio.
La policía iraquí anunció hoy también que ha encontrado los cadáveres de 42 personas con señales de haber sido torturadas antes de ser asesinadas.
Según fuentes del Ministerio de Interior, 28 de los 42 cuerpos fueron hallados en distintos barrios de la orilla oriental del río Tigris, mientras que otros 14 en áreas situadas al otro lado del río, que divide Bagdad en dos partes.
Aún se desconoce si los cadáveres, todos con impactos de bala, principalmente en la cabeza, y algunos con los ojos vendados y las manos atadas a la espalda, son de civiles o de policías.
Centenares de cuerpos han sido hallados en circunstancias similares en diferentes áreas del país desde el atentado de febrero pasado contra un mausoleo venerado por los chiíes en la ciudad de Samarra, al norte de Bagdad.
Las nuevas acciones de violencia se produjeron mientras que el primer ministro designado, Yauad al Maliki, continúa sus consultas para formar el nuevo Gobierno, que será el primero no provisional en el Irak de la posguerra.
Maliki mostró el sábado su esperanza en que el próximo martes se complete la formación de su gabinete, que tendrá entre sus miembros representantes de los diferentes grupos políticos del país, incluidos suníes, chiíes y kurdos.
Por otro lado, el gobierno del Kurdistán iraquí (norte), encabezado por Nayervan Barzani, obtuvo hoy la confianza del Parlamento de esta región autónoma, compuesta por las provincias de Dohuk, Suleimaniya y Erbil.