El Presidente de Bolivia Evo Morales y su homólogo venezolano, Hugo Chávez. |
VIENA.- El Presidente boliviano, Evo Morales, y su par venezolano, Hugo Chávez, participaron el sábado en un multitudinario acto de cierre de la cumbre alternativa de Viena, durante el cual acordaron celebrar reuniones de trabajo con cientos de organizaciones sociales para definir un "plan de batalla para frenar a la bestia y enterrar al imperio norteamericano".
Más de 1600 personas se dieron cita en el enorme auditorio de la StadtHalle, al sur de la capital austriaca, para escuchar una arenga de más de dos horas del Presidente venezolano contra el "imperio estadounidense", pero también para ver al ahora Mandatario boliviano, al que muchos de los representantes de organizaciones sociales y sindicales presentes conocían de sus épocas de líder indígena y cocalero.
"Yo salgo de ustedes, yo soy parte de ustedes, de esa lucha que me llevó hasta ser Presidente de la República", dijo Morales ante una multitud enfervorizada que le aplaudió de pie, al tiempo que se agitaban cientos de banderas bolivianas, venezolanas y cubanas, pues al acto de clausura de la cumbre "Enlazando alternativas II", también asistió el vicepresidente cubano, Carlos Lage.
Flanqueados por inmensas banderas de sus respectivos países, Morales, gran protagonista de la IV Cumbre Euro- latinoamericana de Viena, su primera gran cita internacional desde que asumió la presidencia en enero pasado, pidió a los movimientos indígenas y a los sindicalistas que ejerzan un "permanente control" sobre su gobierno "para que no digan que los movimientos indígenas no saben gobernar".
Acompañado en la tarima por representantes de movimientos indígenas de Ecuador, del Movimiento de los Sin Tierra de Brasil, de la asociación ATTAC, de la Alianza Social Continental -organizadora de esta cumbre alternativa- y de la Confederación Campesina de Francia y su líder, el francés José Bové, Morales reivindicó la premisa del subcomandante Marcos al afirmar que "hay que mandar obedeciendo al pueblo", pero también criticó los sectarismos.
"La lucha de los movimientos sociales está por encima de los partidos de izquierda", afirmó Morales, arrancando gritos de "Evo, Evo, Evo" y aplausos de los presentes, entre quienes destacaban Aleida Guevara, hija del Che Guevara, la escritora estadounidense Susan George y dirigentes de la izquierda europea.
Chávez arremete contra Estados Unidos
Con su particular estilo y valiéndose de fichas y entrevistando a los dirigentes que estaban en el escenario, Hugo Chávez, de camisa roja, se decidió por una arenga del mejor corte militante, en la cual no faltaron citas de escritores o personajes de la historia.
"Tenemos que desmontar, neutralizar y hacer que desaparezca el imperio más cínico", sostuvo Chávez.
Desde Simón Bolívar hasta Mao Tse Tung, pasando por Noam Chomsky y Eduardo Galeano, todos y muchos otros fueron mencionados por el dirigente venezolano, que iba entrelazando temas como si estuviera en su programa "Aló Presidente".
La cuarta guerra mundial que asegura que provocará Estados Unidos, la creación de un banco sudamericano, la posible vida en Marte y la revolución internacional, fueron algunos de los asuntos evocados por un pedagógico Hugo Chávez que no se olvidó de bromear y hablar del romanticismo de una luna llena a orillas del Danubio, antes de que los simpatizantes austríacos y latinoamericanos volvieran a gritarle: "Chávez, amigo, el pueblo está contigo".