BAGDAD.- Los integrantes del tribunal que lleva adelante el juicio a Saddam Hussein escucharon hoy el relato de un testigo que contó cómo una mujer marcó el auto del ex Gobernante iraquí con sangre de oveja para guiar a los hombres armados que dispararon contra su convoy en 1982.
El ex secretario personal de Saddam Hussein, Abed Hamid, declaró a favor del antiguo líder iraquí en un intento por justificar las represalias que desembocaron en la ejecución de 148 hombres y adolescentes chiítas luego del ataque en la ciudad de Dujail.
Hamid, quien alguna vez fue el más temido de los ayudantes de Hussein, contó al tribunal cómo se desarrolló el plan para matar al ex Presidente iraquí cuando los residentes de la ciudad del norte de Bagdad sacrificaron una oveja en una ceremonia tradicional de bienvenida.
Las sospechas de Hamid se incrementaron cuando la mujer tocó el coche del ex Presidente con la sangre de una oveja que tenía en una de sus manos, temiendo que estuviese marcando el vehículo para una emboscada.
"Yo ordené a los coches que se desviaran sin el conocimiento del Presidente", expresó, añadiendo que cinco automóviles del convoy de Hussein fueron atacados, incluyendo el que había sido marcado con la sangre del animal.
Luego del testimonio, el tribunal levantó la sesión hasta el 29 de mayo.
Acusaciones
Saddam fue acusado formalmente de haber ordenado el asesinato y la muerte de cientos de chiitas como represalia al intento de asesinato en Dujail. Entre los muertos y torturados después del atentado se cuentan mujeres y niños.
También se le acusa de haber enviado helicópteros y aviones a atacar a Dujail, al norte de Bagdad y el juicio incluye a otros siete coacusados en relación con los hechos, entre ellos su medio hermano Barzan Al Tikriti, un ex jefe de inteligencia.
El relato de Hamid sobre los hechos de Dujail fue seguido de más arrebatos de Saddam, quien todavía se refiere a si mismo como Presidente de Irak y enfrenta una posible condena a muerte en la horca.
Saddam se refirió al juez jefe del tribunal Raouf Abdel Rahman, un miembro del la comunidad étnica kurda oprimida por el depuesto líder, y le dijo "Usted me eligió".
De pie con un traje oscuro, Saddam contrastaba con la imagen de él vestido de uniforme militar cuando personalmente interrogaba a los aterrorizados residentes de Dujail después del intentado contra su vida.
Hamid explicó que él, junto a Saddam y otros funcionarios escaparon de la muerte en Dujail.