CIUDAD DEL VATICANO.- El Papa Benedicto XVI iniciará este jueves un viaje de cuatro días a Polonia para completar la obra de su predecesor Juan Pablo II y fortalecer las relaciones entre judíos y católicos.
La visita culminará el domingo cuando el Sumo Pontífice haga escala en el campo de exterminio de Auschwitz-Birkanau, cerca de Cracovia, donde las fuerzas armadas de la Alemania nazi mataron a 1,5 millones de personas, en su gran mayoría judíos.
En agosto pasado, Benedicto XVI visitó una sinagoga en Colonia, Alemania, que fue destruida por los nazis. Pero esta vez, su visita a un símbolo del genocidio nazi tiene aún más importancia para un Papa alemán. Benedicto XVI admitió que durante su adolescencia fue miembro de la Juventud Hitlerista, y posteriormente desertó del ejército, cerca del fin de la segunda guerra mundial.
Poco después de acceder al trono de San Pedro, el año pasado, Benedicto XVI dijo que existía "un designio providencial" en el hecho de que un Papa polaco hubiese sido reemplazado por otro de origen alemán.
"Ambos Papas en su juventud, ambos en diferentes bandos, y en diferentes situaciones, se vieron obligados a experimentar la barbarie de la segunda guerra mundial", dijo Benedicto XVI.
El pontífice visitará durante su peregrinaje de cuatro días el sitio de nacimiento de Juan Pablo II, y la arquidiócesis de Cracovia donde millones se congregaron siempre para saludar al hijo favorito de Polonia.
Pero el viaje es también un intento por mejorar las relaciones entre católicos y judíos.
Los organizadores cancelaron los planes iniciales de que Benedicto XVI ingresara a Auschwitz en un vehículo, luego que se le recordó que los soldados nazis entraban en el campo de exterminio en camiones y automóviles, en tanto los prisioneros iban a pie. El Papa llegará al sitio caminando.