YAKARTA.- Un terremoto de 6,2 grados en Richter causó hoy la muerte de al menos 3.500 personas e hirió a miles más en la isla de Java, la más poblada del archipiélago indonesio, según fuentes de los equipos de rescate de Yogyakarta, la principal ciudad de la zona afectada.
El número final de víctimas no se sabrá hasta transcurridas varias horas o días, porque sigue la búsqueda de cadáveres enterrados entre los escombros.
El Presidente de Indonesia, Susilo Bambang Yudhoyono, ha ordenado a las Fuerzas Armadas que colaboren en las tareas de evacuación y ayuda de las víctimas, y ha pedido el envío inmediato de tiendas de campaña, agua potable, comida y medicinas a los campamentos de desplazados que se instalaron en la falda del volcán Merapi.
El Merapi, a tan sólo 30 kilómetros de Yogyakarta y unos 400 kilómetros al sureste de Yakarta, amenazaba con entrar en erupción este mes.
Algunos vulcanólogos han señalado la posible relación entre la actividad del volcán y el terremoto de hoy.
Las poblaciones más afectadas son Bantul, Yogyakarta, Sleman, Gununkidul y Kulonrogo.
Un superviviente de Bantul declaró al diario digital "Detikcom" que la población ha quedado completamente destruida y no ha quedad ninguna casa en pie.
El seísmo ocurrió poco después del amanecer, a las 05.54 hora local (22.54 GMT del viernes) y el epicentro estaba a tan sólo 17 kilómetros de profundidad y duró 57 segundos, según el Instituto Geológico de Estados Unidos.
Testigos declararon a los medios locales que la gente huía despavorida a medida que las casas de derrumbaban.
El funcionario Fauzi, del Centro de Meteorología y Geofísica, informó a Efe que al menos se han producido dos réplicas, una de 5,2 grados y otra de 4,9 grados, y vaticinó más en los próximos días.
"No existe riesgo de ’tsunami’ (ola gigante), así que la población puede estar tranquila. Aún así, aconsejamos que busquen un sitio seguro para pasar la noche, que nadie duerma en el interior de una casa que haya quedado dañada porque podría derrumbarse con un nuevo temblor", dijo Fauzi.
Las imágenes de la televisión indonesia muestran viviendas colapsadas, muros destruidos o con grietas peligrosas, coches volcados.
El terremoto fue tan fuerte que se sintió incluso en la ciudad de Semarang, en la costa norte de Java.
El aeropuerto de Yogyakarta se encuentra cerrado debido a los daños y las líneas telefónicas continúan saturadas.
Los medios locales informan de un éxodo de la población de Yogyakarta por el miedo de numerosos residentes.
Aunque toda Indonesia es una zona de gran actividad sísmica debido a que se encuentra en el llamado "Anillo de fuego" del Pacífico, esta zona en particular de Java no estaba acostumbrada a terremotos como el de hoy.
La situación ha superado todos los temores de los residentes y de las autoridades.
"Continúan llegándonos pacientes. Ahora tenemos ya más de mil", declaró a Efe Eri Endarini, director del Hospital Sardjito, el mayor de Yogyakarta.
Endarini explicó que los pasillos y las salas de espera han sido acondicionados para atender a todas las víctimas.
La situación se repite en una decena de centros sanitarios y ambulatorios de la ciudad.
Indonesia, la cuarta nación más poblada del mundo y con la comunidad musulmana más numerosa, ha sufrido importantes desastres naturales.
Triste recuerdo
El 26 de diciembre de 2004, un maremoto de 9,0 grados en Richter en el norte de la isla de Sumatra generó un "tsunami" que fue a romper en una docena de naciones bañadas por el Indico y se cobró la vida de 226.408 personas, según datos de la ONU.
En torno a dos tercios de las víctimas mortales de ese desastre estaban en Indonesia.
En marzo del año pasado, otro maremoto de 8,7 grados de magnitud sacudió la isla de Nias, en Sumatra, y acabó con la vida de 1.300 personas.